“Habla, háblame, pero no invadas mi privacidad”
Imaginemos la siguiente escena: un hermano cumple años y lo saludamos sólo con un mensaje en su muro de Facebook; tal elección seguramente conducirá a un reclamo: “Ey, podrías haberme llamado”. En el plano sentimental si decidimos cortar una relación amorosa, o al contrario proponer matrimonio, un sms no pareciera