El cielo aquí es azul pastel,
la intensidad
de su velo suele consumir
el rastro del invierno cruel
y deja entre sus nubes
permiso para que se abra
la tierra,
mirando al astro madre.
El cielo aquí,
abandona en su baile
las más bellas posibilidades
de habitarle,
pícaras líneas trazan
el color de los árboles
y el mar.
Me pierdo mirando el cielo,
los pasos no se cuentan,
el camino se derrumba,
se abre el cielo
sonriendo con la mirada
al oeste.