Quizás si mis poemas
no se leyeran,
mi gente seguiría aquí,
si Icaria no existiera
me seguirían
comparando a mis ídolos
e influencias
y toda la gente que
solía rodearme
volvería
para adjudicarse
mis besos a la gloria.
Si no compartiera mesa
con la gente que
guió mis letras cuando
todo existía
únicamente en las
cuatro paredes
de un paraíso tropical
y en la libreta,
todos correrían a mi auxilio
para alimentarme
y darme de beber;
puede ser que incluso
me querrían en sus fiestas
para profesar su admiración
en cuanto vieran mi sombra.
Puede ser que
si siguiera extraviado
y sin rumbo
los amigos que me abandonaron
acudirían a escuchar
de viva voz,
entre tabaco y mezcal
los poemas que escribí
con el alma fracturada;
si aún fuera Sonny
recuperaría los besos
que dejé regadas
durante mi paso por el infierno.
Podría ser el mismo,
y encontrar la inspiración
en algún amor sin corresponder,
volver a ser palmera,
escribir poemas profundos.
Y todo volvería a empezar.