Nada sucede a mi alrededor,
las estatuas me observan,
los cuadros me vigilan
y la noche es profunda.
En este instante se detiene
lo que parece ser el tiempo,
me encuentro en la transición;
solo oscuridad,
por donde sea que miro.
Sonidos de otro tiempo,
rondan por mi casa
y me aventuro a descubrirlos;
guías sonoras trasladan
a un mundo lejano.
Voy hacia allí
donde dicta la noche,
hacia un vaso con agua;
bebo de golpe
el limbo de la habitación.