Las legiones de idiotas a las que aludió Umberto Eco (que nació un día como hoy) han tenido bastantes momentos estelares en nuestro país, como exponentes de esa estupidez.
Uno de aquellos momentos destacados es cuando difunden material preparado con alguna intencionalidad política (por lo regular para desacreditar al gobierno); hace un año, también con el tema de la gasolina, esas legiones propagaron la especie de que la contaminación de la ciudad se debía a que México compraba gasolina a China y que ésta era cara y de muy mala calidad, ¿recuerdan? Creo que es importante tener memoria y esperar de esas legiones, un poco de vergüenza.
Años atrás también se difundieron supuestos enfrentamientos entre la policía y unos manifestantes en el Distrito Federal y, recientemente, incluso se propaló que tanques del Ejército entraban en acción para reprimir el "descontento social". Aunque a diferencia de otras ocasiones, ahora sí han ocurrido más actos vandálicos que han sido cobijados en las redes con diferentes bulos, para dar la idea de que el país se incendia. Quiénes operan esa provocación política, yo no lo sé, pero es notoria su existencia: sujetos sin demandas políticas que incurren en actos vandálicos, que por lo regular saquean televisores, y que así alientan a que el descontento social se exprese de ese modo; tienen apoyo de troles y bots en las redes y, desde luego, de esas legiones de idiotas y tontos útiles desde donde también operan periodistas.
Frente a ello, (como casi siempre) el gobierno federal ha reaccionado tarde y mal, con una asombrosa ineficacia y torpeza, los partidos políticos se han notado muy lentos y poco claros para rechazar la violencia con toda claridad (además de que cada vez tienen menos legitimidad); entre esto es notable el silencio de Andrés Manuel López Obrador que opta por el cálculo político en vez del rechazo tajante de esa provocación política, como corresponde a alguien que desde hace muchos años busca la presidencia de la República.
Por eso creo que al menos como usuarios de las redes podemos contribuir a contrarrestar esa estrategia y a los tontos útiles que se prestan para ejecutarla, señalando una y otra vez que están compartiendo falsedades, incluso estoy seguro de que los mismos usuarios podríamos tener el alcance para demandar de los medios de comunicación que no se presten a la difusión de rumores y noticias falsas.
De nosotros depende enfrentar este tipo de provocaciones y, ¿saben qué? Ese hecho me parece fascinante.
Foto: El Universal