Argentina dejó de mirar hacia otro lado cuando se hablaba de legalizar la marihuana para uso medicinal y escuchó, aunque a medias, a las organizaciones Cameda y Mamá Cultiva que durante meses pedían una ley que permitiera que el dolor de sus hijos fuera mitigado con la planta.
El pasado miércoles, tras un intenso debate, la Cámara de Diputados de la Nación votó en favor de proporcionar de manera dosificado el aceite de cannabis a aquellos pacientes que se inscriban en un registro estatal.
221 sufragios positivos y ninguno negativo.
El proyecto también fue aprobado por las comisiones de Salud y Seguridad Interior.
De esta manera, la iniciativa autoriza al Estado a investigar la planta, importar y distribuir el aceite, pero no despenaliza el autocultivo, que actualmente y de manera clandestina, muchos argentinos practican. Sin embargo, brindó un paraguas legal para quien lo haga.
No obstante, Valeria Salegh, presidenta de Mamá Cultiva, afirma que “ya descubrimos que las moléculas aisladas no sirven para nada, necesitamos la planta completa”. Pero el gobierno sólo aprobó el aceite que se extrae de ésta.
Ante esa opción o la prohibición total que antes existía, Salegh dijo: “Nos vamos conformes porque entendemos que damos un paso importante en el que la planta de cannabis por fin sale de la estigmatización en la que estaba metida (…) Es una planta con muchas propiedades y por fin el poder legislativo empieza a verlo de esta manera”.
(Con información de El País)
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