El arzobispo de la ciudad de La Plata, Argentina, Héctor Aguer, justificó la alta taza de feminicidios con la desaparición del matrimonio, la falta de compromiso de las mujeres por mantener un “hogar sólido” y por rehusarse a formar uno.
“La racha de feminicidios registrados en Argentina tiene como origen la crisis del matrimonio, una institución que hoy se ha convertido en un rejunte provisorio (…) los hogares ya no duran, situación que ha generado una violencia contra las mujeres que antes no había”, aseguró.
Sin embargo, esta no es la primera vez que el arzobispo, reconocido por defender las posiciones más conservadoras de la Iglesia católica, causa controversia, el pasado mes de agosto, criticó la “cultura fornicaria” y “los récords de señoritas que cambian de novio” que para él, son patrones que derivan los casos de violencia en el país sudamericano.
“El matrimonio dignificaba a la mujer, la ponía en un lugar de igualdad con el hombre. El matrimonio le daba una estabilidad a la familia y a la mujer un respaldo. Antes no había violencia en el grado en que la vemos hoy", dijo Aguer en una entrevista con Radio Ciudad.
Más adelante, el arzobispo de La Plata afirmó que los casos de pedofilia también surgen a raíz de la desaparición del vínculo familiar. "La mayoría de los abusos sexuales a niños se dan en el ámbito familiar, principalmente son las parejas de las mujeres. Todo tiene que ver con la disolución del matrimonio”.
Casi de inmediato, las palabras de Aguer fueron rechazadas por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y de los niños, percibiendo en su visión una contradicción a los valores que la iglesia promueve, como el respeto a la vida y la igualdad.
De acuerdo con las estadísticas de la ONG La Casa del Encuentro, Argentina registró 230 asesinatos de mujeres durante los primeros diez meses de 2016, lo que significa que cada 31 horas una mujer es asesinada por un hombre, el 65% de los casos en manos de sus parejas o exparejas.
(Con información de El País)
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