La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se requieren 56 millones de dólares para implementar su plan de respuesta ante la propagación del virus del Zika, que se presume provoca el aumento de malformaciones en recién nacidos y desórdenes neurológicos.
Estas dos últimas condiciones fueron declaradas el pasado día 1 por la organización como una emergencia sanitaria internacional por la rapidez con la cual se han multiplicado los casos en América Latina y el Caribe.
Según los cálculos y ante la evolución de la situación, la OMS indicó que, del importe total requerido, 25 millones se destinarán a las acciones de sus oficinas regionales y 31 millones servirán para financiar el trabajo de otras entidades con las que colabora. Mientras esta financiación se obtiene, la organización movilizó fondos propios de emergencia para sus operaciones iniciales.
El objetivo del plan de respuesta de la OMS es auxiliar a los países afectados por la propagación del virus, para reforzar la vigilancia del virus y los desórdenes que podrían tener un vínculo con él, controlar el mosquito que le sirve de vector, comunicar los riesgos a la población y brindar tratamiento a los infectados.
En el campo de la ciencia, se prevé acelerar la investigación y desarrollo de potenciales vacunas, test de diagnóstico y medicamentos.
Asimismo, el organismo reconicó el pasado martes que de confirmarse la relación entre el virus y la microcefalia o el desorden neurológico conocido como síndrome Guillain-Barré, las consecuencias humanas y sociales serán impactantes.
(Con información de EFE)