El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, confirmó la noche del pasado lunes que su oficina sí considera seriamente la propuesta de separar a madres e hijos que crucen la frontera de manera ilegal desde México.
“Sí, lo estoy considerando, para impedir más movimientos en esta red terriblemente peligrosa, estoy considerando eso exactamente”, afirmó en entrevista para la cadena de noticias CNN, tras decir que la actual administración haría casi cualquier cosa para disuadir a los mexicanos y centroamericanos de emigrar a EU.
Sobre los niños atrapados en esta situación que obedece a sueños y políticas, Kelly señaló que la dependencia que él representa tiene una “enorme experiencia en tratar con menores no acompañados": "Los entregamos a Salud y Servicios Humanos, quienes hacen un muy, muy buen trabajo llevándolos a hogares de acogida temporal o reuniéndolos con familiares en Estados Unidos, mientras lidiamos con sus padres".
Reiteró que el objetivo de esta medida es "propagar temor" y así reducir la taza de migración, que además calificó de “una travesía peligrosa” hasta ese país.
Este proyecto ya se había filtrado a la prensa por parte de funcionarios de la Casa Blanca el pasado 3 de marzo, mismos que informaron que la medida fue discutida por los republicanos en el Congreso, donde argumentaron que las mujeres se arriesgan porque saben que serán rápidamente liberadas, y que podrán permanecer en el país hasta que se resuelva su situación jurídica, situación que el presidente Donald Trump pretende poner fin con esta propuesta.
Líderes del Partido Demócrata y organizaciones sociales consideran que la separación de padres e hijos podría vulnerar derechos humanos y propiciar traumas psicológicos duraderos, según El País.
Según Reuters, alrededor de 54 mil niños junto con sus padres fueron detenidos entre el 1 de octubre de 2016 y el 31 de enero de 2017.
cdr