En una noche emocionante, los Boston Celtics lograron una victoria crucial en el Juego 3 de las Finales de la NBA, con un marcador de 106-99, ante los Dallas Mavericks. Este triunfo coloca a los Celtics con una ventaja de 3-0 en la serie por el campeonato. La historia está de su lado: ningún equipo ha logrado revertir un 0-3 en postemporada, con un récord contundente de 156-0.
Los Mavericks deben aprender de los Celtics, que han mostrado que alcanzar un campeonato es un proceso que requiere tiempo y aprendizaje. Jayson Tatum y Jaylen Brown se combinaron para anotar 61 puntos, pero la diferencia clave fue el entorno y la cohesión del equipo de Boston. La llegada de Jrue Holiday y Kristaps Porzingis, aunque ausente en este juego, ha solidificado al equipo, permitiendo a Tatum y Brown brillar sin la presión de actuaciones titánicas.
Dallas, liderado por Luka Doncic y Kyrie Irving, llegó a las Finales tras un esfuerzo extremo, pero quedó claro que no es suficiente depender solo de sus estrellas. Doncic, con 27 puntos y seis asistencias, y Irving, con 35 puntos, no pudieron compensar la falta de apoyo consistente de sus compañeros. La salida de Doncic por faltas en los últimos minutos selló el destino del equipo local.
Boston ejecutó una estrategia defensiva impecable. Holiday, White y Horford destacaron en la defensa, limitando a Doncic e Irving de manera efectiva. La defensa de Boston no solo se basó en esfuerzo individual, sino en una estructura colectiva que sofocó los ataques de Dallas. Además, los Celtics dominaron en los tiros de tres puntos y en las asistencias, superando a los Mavericks en ambos aspectos decisivamente.
Los Celtics están a un triunfo de conseguir su 18º título de la NBA, 16 años después de su última victoria en 2008. El equipo de Joe Mazzulla ha mostrado una consistencia y fluidez que han sido la clave de su éxito, especialmente en situaciones de alta presión. Con un récord impecable en momentos cruciales, Boston ha demostrado ser el mejor equipo en el clutch durante estos playoffs.
El cuarto juego será decisivo, y mientras los Celtics parecen estar en su mejor momento, los Mavericks enfrentan una tarea monumental para intentar revertir una desventaja histórica. La serie podría concluir este viernes, consolidando el legado de un equipo que ha brillado por su juego colectivo y su capacidad para superar desafíos.
*CEEA
