Hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional por el coronavirus, debido a su expansión: ya hay más de 8 mil casos (99 por ciento en China, cuya ciudad de Wuhan es el origen del brote) en 20 países y más de 170 muertos.
Apenas hace una semana el organismo había declinado hacer la declaratoria porque era demasiado pronto para hacerla y porque el coronavirus había sido contenido en China.
La emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) es definida por la OMS como “un evento extraordinario que se determina que constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados a través de la propagación internacional de la enfermedad y que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada”.
Después de una reunión de un comité de emergencia en la que participaron 15 expertos, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, explicó que durante las últimas semanas se ha podido observar un brote sin precedentes con una respuesta sin precedentes. Y añadió que la declaratoria “no se debe a lo que está sucediendo en China, sino por lo que está sucediendo en otros países”.
La medida se tomó después de que se han reportado ocho casos de contagio entre humanos en Alemania, Estados Unidos, Japón y Vietnam. Se trata de pacientes que no habían viajado a China o que hubieran tenido contacto con algún viajero de Wuhan.
El director de la OMS también aclaró que la declaración “no es un voto de no confianza en China”, y hasta alabó las medidas extraordinaria que han tomado las autoridades chinas para evitar la propagación del coronavirus.
Ghebreyesus también expresó hoy en conferencia de prensa que “nuestra mayor preocupación es la posibilidad de que el virus se propague a países con sistemas de salud más débiles y que no estén preparados para enfrentarlo”.
El Comité de Emergencia también hizo varias recomendaciones: establecer restricciones en viajes y comercio sólo si son necesarias y basadas en evidencia; apoyar a países con sistemas sanitarios débiles; acelerar el desarrollo de una vacuna, y combatir rumores con información fidedigna.
También pide revisar planes de preparación para enfrentar la situación e identificar las debilidades; compartir datos y experiencias y trabajar con la comunidad internacional.
El director del organismo internacional dijo que “la única manera de derrotar este brote es combatirlo juntos. Es el momento para hechos y no para miedo, para la ciencia y no para los rumores, para la solidaridad y no para el estigma”. Añadió que la vacuna está en desarrollo y que se han registrado progresos en esa tarea.
Es la sexta ocasión en que la OMS declara una ESPII. Las anteriores fueron: en 2009, por la influenza H1N1, que brotó en Veracruz, México, y que causó más de 284 mil muertes; en 2014 hubo dos: el poliovirus salvaje y el virus del ébola, en África Occidental.
Siguieron, en 2016, el virus del zika en Brasil, y en 2019 nuevamente el ébola en República Democrática del Congo.
Entre las recomendaciones que se hacen a la población para evitar la transmisión de infecciones respiratorias agudas están las siguientes:
1) Evitar el contacto con personas que padecen infecciones respiratorias agudas.
2) Lavado frecuente de manos, especialmente después del contacto directo con personas enfermas y su entorno.
3) Evitar contacto sin protección con animales de granja o animales salvajes.
4) Las personas con síntomas de infección respiratoria aguda deben practicar la etiqueta de la tos (mantener la distancia, cubrirse), además de toser y estornudar con pañuelos desechables o ropa.