Mediante un memorando, Mark Esper, secretario de la Defensa de Estados Unidos, dio a conocer la norma sobre el uso de banderas en las Fuerzas Armadas de su país, en la que se establece la prohibición de la utilización de la bandera confederada con el propósito de usar solamente los estandartes que promuevan la unidad. Esto puede generar un conflicto con el presidente Donald Trump.
Según el documento de Esper, “las banderas que enarbolamos deben estar de acuerdo con los imperativos militares del buen orden y la disciplina, tratar a toda nuestra gente con dignidad y respeto y rechazar los símbolos divisorios”.
El memorando no prohíbe explícitamente la insignia de la Confederación (el bando sureño durante la guerra civil del siglo XIX en Estados Unidos, que estaba a favor de la permanencia de la esclavitud), pero la excluye del listado de estandartes autorizados.
Un comunicado del Pentágono explicó que Esper “reconoce que las banderas son símbolos poderosos, especialmente en la comunidad castrense, para la que las banderas representan una misión e historia comunes y un vínculo especial y atemporal entre los combatientes”.
Este conflicto simbólico fue atizado por el asesinato del ciudadano negro George Floyd a manos de policías blancos, y las multitudinarias movilizaciones de protesta que adquirieron carácter internacional. Debido a ello la Armada y el Cuerpo de Infantería habían anunciado desde junio la prohibición de la utilización de la bandera confederada.
Por el contrario, el presidente Trump se ha manifestado favorable a la exhibición de la bandera confederada con el argumento de la libertad de expresión de los ciudadanos. No sólo ello, sino que se ha opuesto a que se cambien las denominaciones de bases militares que llevan nombres de líderes confederados. Sobre esto último Incluso amenazó con vetar el presupuesto de Defensa si era aprobada por el Congreso la enmienda en ese sentido.
Trump dijo que su posición es que “se trata de libertad de expresión. Hay opiniones muy marcadas sobre la bandera confederada. Para mí, se trata de libertad de expresión; es muy simple. Te guste o no te guste, es libertad de expresión”.
Sin embargo, también ha habido múltiples manifestaciones en contra de ese pabellón debido a las implicaciones racistas que contiene al haber sido símbolo de las fuerzas que sostenían el esclavismo en el siglo XIX.