Los refugiados que llegan a Suiza están obligados por ley a entregar al Estado todos sus bienes personales que superen el valor de mil francos suizos, equivalentes a unos 914 euros, para compartir con el gobierno el costo que genera su estancia.
Asimismo los refugiados que obtengan el permiso correspondiente para permanecer y trabajar en la nación helvética tienen que entregar el 10% de su salario por un periodo de 10 años hasta que reembolsen los 15 mil francos que las autoridades calculan que se gastaron en su manutención.
La Secretaría de estado para la Migración de Berna ha confirmado que los refugiados deben participar «en la medida que les sea posible” con los costos que le generan al Estado. Precisa que si alguien, de forma voluntaria, sale del país antes de siete meses, puede recuperar el dinero requisado, de lo contrario se utiliza para cubrir sus gastos de estancia.
El año pasado, las autoridades suizas requisaron bienes a 112 personas por un importe total de 210 mil francos, equivalentes a 190 mil euros. A lo largo de 2015, Suiza recibió un total de más de 40 mil refugiados.
(Con información de ABC)
