East Stratcom Task Force, equipo de especialistas creado por la Unión Europea en el 2015 para detectar y combatir los ataques de Rusia a través de Internet, encontró en los últimos meses un gran incremento de campañas destinadas a agravar la crisis en Cataluña.
Este departamento que tiene base en Bruselas y depende del Alto Comisionado para la Política Exterior de Europa, señaló que a su trabajo diario de desmentir noticias falsas provenientes de Rusia, tradicionalmente centrado en escenarios como Ucrania o las repúblicas bálticas, se le sumó recientemente Cataluña.
De acuerdo con analistas de ese equipo, las noticias falsas se multiplicaron en los medios habituales en la órbita del Kremlin, tanto en ruso como en inglés y castellano. Las herramientas que este grupo utilizó ayudaron a cuantificar el aumento de información acerca del estado en las redes prorrusas y encontraron que de cuatro notas por semana pasaron a ser 241.
De acuerdo con datos de East Stratcom, el Kremlin invierte hasta 1000 millones de euros anuales en sus medios informativos públicos. Entre estos se encuentran dos que operan en español: RT que tiene presencia en 100 países, y Sputnik, quien publica noticias en 33 idiomas.
En entrevista con el diario El País, los analistas explicaron que toda la información va dedicada a debilitar a los países miembros de la UE y al desmoronamiento del Estado liberal occidental, ofreciendo a Rusia como alternativa.
La primera información dudosa sobre Cataluña, de procedencia rusa, apareció en el portal de noticias Izvestia.ru en septiembre de 2016, con el titular “Cataluña reconocerá a una Crimea independiente”. La nota tenía declaraciones de José Enrique Folch, un activista sin conexión alguna con el Gobierno catalán, para señalar que la independencia catalana beneficiaría a la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, al darle un reconocimiento internacional del que carece en Europa y el resto del occidente.
Este equipo conformado por 17 personas entre los cuales se encuentran periodistas, diplomáticos e informáticos, trabaja bajo la supervisión directa de Federica Mogherini, alta representante para la Política Exterior Europea.
Los especialistas, quienes prefirieron el anonimato, afirmaron que “esta es una estrategia no militar cuyos objetivos son políticos. El objetivo de esta campaña de desinformación es debilitar y desestabilizar a Occidente, explotando divisiones ya existentes o creando otras nuevas, artificiales”.
(Con información de El País y Periodismo digital)