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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) difundió un reporte el día de ayer en donde responsabilizó al régimen de Bashar al-Assad por el ataque químico en Siria perpetrado el pasado 4 de abril, que dejó más de 80 personas muertas, la mayoría mujeres y niños.

“Todas las pruebas disponibles permiten concluir que existen motivos razonables para creer que las fuerzas aéreas lanzaron una bomba que disperso el gas sarín”, dictaminó la organización y subrayó que este hecho “constituye a crímenes de guerra”.

El equipo de expertos señaló que fallecieron al menos 83 personas, entre ellas 28 niños y 23 mujeres. Otras fuentes indicaron que 87 personas, incluídos 30 menores. Asimismo, la organización denunció presiones hacia su grupo de investigadores.

El lugar de la tragedia está ubicado en la localidad de Jan Sheijún. La investigación también señala al Estado Islámico por el uso de gas mostaza en Um-Housh, el 16 de septiembre de 2016.

Este suceso causó mucha indignación en la comunidad internacional y provocó que Estados Unidos lanzara misiles a la base militar del regimen sirio en Homs, donde supuestamente despegó el avión que lanzó el gas contra los civiles. Reino Unido y Francia apoyaron la acción. Sin embargo, Rusia que es aliado de Siria, aseguró que el ataque con sarín fue causado por una bomba que fue desactivada en tierra y no producto de un ataque aéreo proveniente del ejército.

Debido a la pronunciación de Rusia, EU le pidió que dejara de “proteger” al dictador sirio. “Esto debe acabar ya (…) seguir ignorando estas abrumadoras evidencias son una muestra de desprecio a las normas internacionales acordadas”, señaló.

Otra comisión conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) también investiga lo ocurrido.

(Con información de El País y El Debate)

ess

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