Marine Le Pen, la presidenta del partido de la ultraderecha francesa, el Frente Nacional, ha planteado que los hijos de migrantes en situación irregular paguen un impuesto para que puedan acceder a la escuela pública en Francia.
En un encuentro público, consideró que la solidaridad nacionalidad debe dirigirse en primer lugar hacia los franceses. “No tengo nada contra los extranjeros, pero si vienen a nuestro país, que no esperen ser curados, o que sus hijos sean educados de forma gratuita. Se acabó", dijo le Pen, quien según algunos sondeos pasaría a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2017.
No ha dado más detalles sobre cómo se aplicaría dicho gravamen, pero se trata de una iniciativa que contraviene la constitución francesa, en la cual se estipula un acceso igualitario a la educación pública, gratuita y laica. En ningún caso la nacionalidad es un criterio para acceder a ella. Asimismo, el Código de Educación Nacional contempla que la formación es obligatoria para los niños de ambos sexos, franceses y extranjeros, entre los 6 y los 16 años.
Varios políticos de izquierda han reaccionado ante los propósitos de Le Pen, como el diputado Pouria Amirshah, quien califica la iniciativa como "sectaria y xenófoba". En tanto, Olivier Besancenot, candidato a la presidencia en 2017 por la Liga Comunista Revolucionaria, apuesta en Twitter por una "educación obligatoria para los racistas".
(Con información de El Mundo)