https://naavagreen.com/wp-includes/fonts/depo-25-bonus-25/

https://beccopizza.com/wp-includes/depo25-bonus25/

https://samouraimma.com/

Slot Qris

Slot Bet 100

sábado 21 diciembre 2024

Recomendamos: Isabel Allende: “El amor me dura 20 años”

por etcétera

Hace dos años, cuando vino a Madrid a presentar su penúltimo libro, Más allá del invierno, andaba ilusionada como una quinceañera de 75 años y quería pregonarlo a los cuatro vientos. Se había enamorado de Roger, “un gringo medio polaco”, que estaba “empacando su vida” en Nueva York para irse a vivir con ella a California tras un noviazgo de meses a base de correos electrónicos y visitas relámpago. “No hay amor sin riesgo”, piaba entonces la escritora en español más vendida en el mundo. Hoy hemos quedado de buena mañana en el hotelazo donde duerme cuando viene a España con novela nueva -una al bienio- y trae, en efecto, a su criatura literaria bajo el ala. Su nuera, Laurie, esposa de su hijo, que le acompaña en los viajes, asiste entre somnolienta y divertida a la descacharrante cháchara de su suegra enamorada. La primera pregunta es obvia.

¿Cómo le fue con Roger?

Me caso en mes y medio. Con el mismo señor, eh, no con otro. Ha resultado fantástico, el tipo. Vendió su casa, regaló todo lo que tenía y llevamos un año viviendo en mi casa, que es así de chica. Yo creo que está enamorado de mi perra, Dulce, que es todo menos dulce, y que no se va por ella.

¿Por qué escribe, entonces, pudiendo llevar una vida de amor y lujo?

Porque me encanta, porque es mi vida, mi aire, mi oxígeno. La gente quiere jubilarse para disfrutar del tiempo libre, pero mi tiempo libre es escribir. Mi fiesta es ponerme a investigar y a contar una historia. Trabajo es comprar zapatos.

Si la cabra tira al monte. ¿A qué monte tira en sus libros?

Escribo sobre lo que me interesa y me importa: el amor, la muerte, la violencia, la lealtad, la justicia natural, no la de la ley, que es siempre injusta con el pobre y el vulnerable. Siempre escribo sobre mujeres fuertes y extraordinarias.

¿No lo somos todas?

Una mujer privilegiada que vive en un barrio privilegiado no me interesa porque no se ha sobrepuesto a nada verdaderamente importante en la vida. No niego que pueda tener conflictos emocionales, problemas diversos, pero me interesan menos que los problemas de una mujer que está esperando asilo en la frontera.

Su hija murió a los 29 años. ¿No fue eso una frontera vital?

La vida es un fluir, pero sí. Solo he notado esa frontera el año en que cumplí 50 y murió mi hija. Ahí terminó la primera parte de mi vida y empezó otra. Cuando salí de Chile al exilio, pensé que se cortaba mi vida, pero no, porque yo era la misma. Después de Paula soy otra persona. El día que me avisaron de que entraba en el hospital estaba en Barcelona presentando El plan infinito y me fotografiaron: pelo largo, falda larga, brazos llenos de pulseras. A los dos años, después de su año de agonía y de su muerte, era una señora mayor Desde entonces han pasado cosas: se mueren los padres, te divorcias, se mueren los perros, pero una sigue siendo una.

Le he escuchado decir que sus nietos se mueren de vergüenza cuando dice que está enamorada.

No lo conciben. Son como marcianos. Yo sí que no les entiendo.

Más información en: El País

También te puede interesar

betvisa

jeetbuzz

jeetbuzz

jeetbuzz

winbuzz

winbuzz

daman game