marzo 10, 2025

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Vinton “Vint” Cerf es una de las personalidades más importantes del sector tecnológico. Hace décadas que implementó los protocolos TCP/IP, necesarios para las comunicaciones en Internet. Además, también trabajó en el desarrollo del correo electrónico.

Considerado como uno de los “padres de Internet”, en los últimos años Cerf se ha centrado en explorar el futuro de la red que ayudó a crear; su influencia se sigue notando, especialmente como vicepresidente de Google, un cargo que ostenta desde 2005 y que le ha dado la plataforma necesaria para expandir su visión de cómo debería ser Internet.

Los grandes fallos de Internet

Pero es imposible hablar de cómo debería ser Internet si no sabemos qué hay que solucionar. Y no hablamos precisamente de los muchos desafíos técnicos a los que se enfrenta la red de redes; sino a errores de concepto que tendrían que haber sido subsanados en su momento, y que ahora estamos sufriendo.

En una reciente entrevista en Business Insider, Vint Cerf ha hecho autocrítica, revelando los que para él, son los principales fallos de Internet. Son sólo dos, pero son tan importantes, y han afectado tanto a la expansión de Internet, que realmente no hacen falta mas.

Primer fallo: no hay suficiente espacio

El primer error fue, simplemente, que Internet no tiene suficiente “espacio” para todo el mundo, porque Cerf no pudo prever su popularidad. Recordemos que Internet empezó como ARPANet, una red de comunicaciones diseñada para el ejército estadounidense; inicialmente, la cantidad de ordenadores conectados a la red se podía contar con los dedos de las manos. Incluso cuando empezó a expandirse entre universidades, no todas tenían el hardware ni los conocimientos necesarios para conectarse.

De hecho, cuando Cerf diseñó el protocolo TCP/IP, fue demasiado optimista. Su idea era que cada ordenador de la red tuviese una dirección IP única; así dos ordenadores podían conectarse entre sí, ignorando al resto de ordenadores de la red.

Para generar esa dirección, creó un sistema de 32 bits que permitía generar hasta 4.300 millones de direcciones diferentes. Teniendo en cuenta que esa cifra era mayor que la población de la Tierra en los 70, ni en sus sueños más locos Cerf pensó que serían necesarias tantas direcciones. Estaba equivocado.

En la actualidad cada vez es más raro asignar una dirección IP a un sólo ordenador; son necesarias tecnologías como DCHP, que asigna una dirección dinámica a un sistema cuando se conecta. Además, se ha desarrollado IPv6, que aumenta exponencialmente la cantidad de direcciones disponibles; pero su adopción sigue siendo lenta.

Más información: http://bit.ly/2WbPbgG

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