Aretha Fraklin descansa en un ataúd abierto. Luce un vestido largo rojo y zapatos de tacón del mismo color. Miles de admiradores han ido a despedirla este martes al Museo Charles H. Wright de Historia Afroamericana de Detroit. La Reina del Soul, quien murió el pasado 16 de agosto a los 76 años víctima de un cáncer de páncreas, reposará dos días bajo la bóveda del museo para que las miles de personas llegadas de todo el país le rindan tributo en la ciudad que fue suya desde que tenía cuatro años. Los homenajes a la artista se llevarán a cabo hasta el viernes, el día del entierro.
El ataúd dorado está completamente abierto, bajo las órdenes de la familia de la artista. En el interior, está bordada la inscripción “Aretha Franklin, Reina del Soul”. A pesar del de las altas temperaturas, miles de personas hacen fila pacientemente alrededor del Museo de Historia Afroamericana esperando su turno para despedirse de Franklin, una artista con una extraordinaria carrera de seis décadas, que la convirtió en una de las cantantes más célebres del país. También se destacó ampliamente por su trabajo en favor de los derechos civiles.
El cuerpo será trasladado el jueves la Iglesia Bautista New Bethel, el templo de su fallecido padre, el reverendo Clarence LaVaughn Franklin, que en la década de los años cuarenta era considerado el predicador negro más famoso del país. Por la noche se realizará un concierto gratuito para recordar el legado de la reina de la música Soul, donde se esperan actuaciones de estrellas de la talla de Stevie Wonder y Jennifer Hudson.
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