La identificación precoz del primer caso de Covid-19 en Alemania ha permitido a reconstruir la cadena de contagios de la paciente cero en este país y con ello entender los mecanismos de transmisión del virus, la naturaleza de los síntomas y tiempos de incubación, aspectos esenciales en la lucha contra una pandemia que, a largo plazo es “muy difícil de controlar a nivel mundial”.
Según el estudio realizado por un equipo de epidemiólogos publicado en la revista científica The Lancet, unas de las primeras conclusiones de la investigación es que el tiempo de incubación es de una media de cuatro días, de ahí que muchos test dieran falsos negativos. Los datos de los primeros 425 casos confirmados en China, establecían una media de incubación en 5,2 días. Por comparación, el tiempo de incubación del SARS era de 6,4 días, en una horquilla de 1 a 14 días.
La paciente cero en Alemania fue una ciudadana china, empleada en la compañía alemana Webasto. Viajó de Shanghai a Múnich el 19 de enero, tras una visita de sus padres, que normalmente viven en Wuhan. El día de su llegada a Alemania, sintió dolor en el pecho y la espalda -que después la mujer calificó como inusuales- y se tomó un paracetamol. Durante toda su estancia en Alemania presentó fatiga, que atribuyó al jetlag. En el vuelo de regreso a Shanghai le subió la fiebre. Tras tener 38,6º de temperatura y tos, fue al médico el día 25. Al día siguiente, dio positivo por SARS-CoV-2 -el virus causante de la Covid-19- y fue hospitalizada un día después.
Para el 19 de febrero, las autoridades bávaras ya habían detectado los 16 contagios derivados de esta paciente cero, cuatro mujeres y 12 hombres, en su mayoría asintomáticos o con síntomas leves. La media de edad era de 35 años. Diez de esos positivos eran, como la paciente cero, trabajadores de la misma empresa. El brote, inicialmente, estaba localizado. Las autoridades sanitarias y los científicos del Instituto Robert Koch activaron su protocolos con la intención de romper cuanto antes esa cadena. Pidieron a todos los contagiados una relación de las personas con las que habían estado en contacto, tanto en el ámbito laboral como privado.
Los contactos fueron clasificados de alto riesgo si se produjeron cara a cara y al menos durante 15 minutos con un paciente de SARS-CoV-2 confirmado en laboratorio. También si hubo contacto directo de secreciones o fluidos con pacientes confirmados en laboratorio de Covid-19 o, en el caso del personal sanitario, si trabajaron en un área de dos metros con un paciente de Covid-19 sin equipos de protección. El resto de los contactos fueron clasificados de “bajo riesgo”.
SENTARSE AL LADO, PASARSE LA SAL…
El minucioso seguimiento de los casos revela cómo se produjeron los contagios. Un colega chino de la paciente 0 (paciente 13) la acompañó en múltiples actividades durante su estancia en Alemania, así como en el vuelo de vuelta. Dio positivo el día 27.
El paciente 1 fue un empleado que asistió a una reunión de una hora con la paciente 0 y otros dos colegas. La reunión tuyo lugar en una sala pequeña y el paciente 1 -que también tuvo otro breve contacto con la paciente 0 durante su estancia en Alemania- se sentó junto a la paciente 0. Los otros dos asistentes a la reunión, que se sentaron enfrente, no se contagiaron.
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