La periodista Samira Ahmed ha ganado este viernes su larga batalla judicial contra la BBC. Un tribunal londinense ha encontrado razones suficientes para respaldar su reclamación de que la televisión pública había discriminado a la presentadora del programa Newswatch. Ahmed acudió el año pasado a los tribunales para defender el valor de su trabajo frente al de otro compañero contratado por el ente público, Jeremy Vine, que presentaba un programa de contenido similar.
La diferencia de sus salarios, que en caso de Vine era de 3.600 euros por programa mientras que el de Ahmed era de unos 700 euros, radicaba, según la BBC, en la categoría asignada a cada espacio. Mientras el de la presentadora se consideraba un programa informativo, el de su compañero era englobado en el apartado de entretenimiento. Ambos tenían un contenido similar. Newswatch venía a ser una especie de “defensor del espectador” en el que se analizaba desde una perspectiva ética y profesional los contenidos informativos emitidos a lo largo de la semana. Points of View, presentado por Vine, recogía en un tono más informal las quejas y opiniones de los espectadores sobre todos los programas —series, concursos, etcétera— de la cadena.
“Jeremy Vine se limitaba a leer el guion desde el teleprompter [el cristal sobrepuesto a la cámara del que el presentador lee el texto]. Lo leía en el tono en el que estaba escrito. Si se le decía que hiciera un movimiento de ojos, lo hacía. No se requiere una habilidad especial ni una experiencia concreta para hacer eso”, han dictaminado los jueces, en respuesta a los argumentos de la BBC, que aseguraba que era necesario que el programa de entretenimiento contara con un presentador con talento y carisma, y que eso tenía un coste.
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