El año 2019, y de forma acelerada los dos últimos meses, hemos asistido a una explosión de protestas alrededor del planeta. Argelia, Bolivia, Cataluña, Chile, Colombia, Ecuador, Francia, Georgia, Guinea, Hong Kong, Irak, Irán, Líbano, Reino Unido… La lista se alarga cada semana, pero estos son los principales focos de malestar en el mundo que siguen activos.
Oriente Medio
Irak
Las protestas comienzan el 1 de octubre cuando miles de iraquíes se echaron a las calles en Bagdad y en las provincias predominantemente shiítas del sur del país. Los manifestantes, sobre todo jóvenes, protestan contra la corrupción, las graves carencias en los servicios públicos y la falta de empleo, así como la excesiva influencia que, a su juicio, desempeña Irán sobre el Gobierno, dominado por los chiíes desde la invasión estadounidense del 2003. La represión se ha cobrado la vida de al menos 400 manifestantes, en su mayoría jóvenes desarmados, así como una decena de miembros de las fuerzas de seguridad. El primer ministro, Adel Abdul Mahdi, anuncia su dimisión el 29 de noviembre después de que el influyente clérigo shiíta Al Sistani le retire su apoyo.
Líbano
Las movilizaciones comienzan el 17 de octubre, cuando el Gobierno anuncia que está preparando un nuevo impuesto para los servicios de mensajería gratuita por internet como WhatsApp o FaceTime. Aunque el Gobierno retira la medida apenas unas horas después, las protestas continúan, ya convertidas en un movimiento más amplio contra la corrupción y la incapacidad de las élites políticas heredadas de la guerra civil. Desde el primer momento sorprende que jóvenes cristianos, chiíes y sunnitas salgan juntos a manifestarse en un país fuertemente dividido en grupos religiosos. El primer ministro Saad Hariri, sunnita,, dimite el 29 de octubre, pero desde entonces el presidente aún no ha nombrado un sucesor para que forme gobierno. El grupo chií Hezbollah, miembro de la coalición de gobierno, acusa a EE.UU. de orquestar las protestas, que se han mantenido pacíficas.
Irán
La subida del precio del combustible, el 15 de noviembre, hace estallar las protestas, primero contra la asfixiante situación económica pero que rápidamente toman una dimensión política. El régimen, que habla de una conspiración orquestada por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí, ordena un corte total de internet para tratar de contener la protesta y para evitar que circulen imágenes de la brutal represión. Amnistía Internacional ha documentado la muerte de al menos 143 manifestantes, lo que las convertiría en las protestas más sangrientas desde la llamada Revolución Verde del 2009 y, como el número real de víctimas seguramente es bastante más alto, serían las peores en los 40 años de vida de la República Islámica.
Argelia
Las protestas estallan el 22 de febrero contra la decisión del anciano y enfermo presidente, Abdelaziz Buteflika, de optar a un quinto mandato consecutivo. Buteflika dimite a finales de marzo, forzado por la movilización en la calle y por la presión del jefe del Ejército, el general Ahmed Gaid Salah, que asume el poder. Gaid impulsa una pretendida campaña de “manos limpias” que lleva a la cárcel a numerosos políticos, militares y empresarios próximos al clan Buteflika (como el propio hermano del expresidentes), pero también a periodistas y opositores. Los manifestantes mantienen la presión en la calle y exigen la caída del propio Gaid Salah y su gobierno interino.
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