Un informe de Unicef revela que casi el 40% de los adolescentes accede a conocer a sus cibercontactos
Chatear con los amigos por el celular, buscar información en Internet y usar las redes sociales son hábitos cotidianos para la mayoría de adolescentes argentinos: el 51 % asegura estar conectado "todo el tiempo", según el estudio de Unicef Chic@s Conectados. La tecnología es vista como una puerta abierta al mundo que supone muchas oportunidades, pero también algunos riesgos. 8 de cada 10 menores en Argentina vivió al menos una experiencia negativa a través de Internet en el último año. El 37% estuvo expuesto a imágenes pornográficas, el 24% a imágenes violentas, el 20% sufrió bullying o maltrato y el 13% padeció discriminación por distintos motivos. Además, uno de cada tres entrevistados recibió mensajes hirientes por Internet.
¿Cómo reaccionan ante estas experiencias? Según la encuesta, realizada a 1.106 adolescentes de entre 13 y 18 años, la respuesta más habitual es bloquear a la persona que los perturba y eliminar sus mensajes. La mitad opta por ignorar el problema e intentar que la persona le deje en paz, mientras que solo el 10% piensa en vengarse. A la hora de compartir el problema con alguien de confianza, el 56% de los entrevistados opta en primer lugar por un amigo, el 30% por alguno de sus padres, y el 25% de ellos con hermanos o adultos de confianza.
"Si bien los padres no son los primeros referentes a la hora de hablar sobre problemas en internet, ante situaciones de gravedad son los principales consejeros", destaca María José Ravalli, especialista en Comunicación de Unicef. "Estos datos ponen de relieve las posibilidades de participación de la familia, tanto los adultos de referencia como los hermanos u otros miembros, en acciones de información y prevención de riesgos, como en favorecer usos enriquecedores de Internet", agrega.