El feminismo ha logrado este jueves hacer global su lucha, aunque el seguimiento de las movilizaciones convocadas fuera desigual. La campaña que se encargó de sacar a la superficie el acoso sexual en el ámbito laboral, #MeToo, dio un nuevo impulso a las reivindicaciones en el Día Internacional de la Mujer. Una toma de conciencia general alimentó una demanda añeja pero que las nuevas generaciones enarbolan como bandera para construir una sociedad más justa. La movilización fue especialmente relevante en España, hizo mucho ruido en Argentina y Turquía, y tuvo cierto eco en Francia e Italia. Además, rompió barreras en lugares en lugares insospechados: unas 300 mujeres corrieron por las calles de Mosul en la primera maratón celebrada en la ciudad iraquí liberada del autodenominado Estado Islámico hace ocho meses.
Francia
Las movilizaciones en Francia por el Día de la Mujer estaban programadas a una hora exacta: las 15h40. Esta es la hora en la que, según los cálculos de las organizaciones convocantes, las mujeres dejan de cobrar durante la jornada laboral, de acuerdo con las cifras sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres. Si la jornada empieza a las 9 de la mañana y termina a las 5 de la tarde, las mujeres trabajarían gratis la última hora y media de la jornada, mientras que los hombres la cobrarían entera. A las 15h40, en distintos puntos del país, se convocó un cese del trabajo y varias manifestaciones. La sesión parlamentaria de la Asamblea Nacional se detuvo unos minutos y en Ayuntamientos y centros públicos se concentraron sus cargos y funcionarios. La concentración en París se celebró en la plaza de la República.
La noche anterior, la Torre Eiffel se había iluminado con el lema ‘Ahora actuamos’. “La lucha por los derechos de las mujeres es todos los días. El 8 de marzo es una jornada para recordar juntos nuestra determinación y la necesidad de este combate”, dijo en un mensaje en la red social Twitter la alcaldesa de la capital, la socialista Anne Hidalgo. El Día de la Mujer, como en otros países, se celebra este año bajo el signo el movimiento contra el acoso y las denuncias contra abusos en el trabajo englobado bajo la etiqueta inglesa #MeToo (yo también) y su versión francesa #BalanceTonPorc (denuncia a tu cerdo). Este movimiento ha abierto un debate intenso en Francia y una reacción que tuvo su expresión más controvertida en el artículo firmado por un grupo de mujeres, entre ellas la actriz Catherine Deneuve y la escritora Catherine Millet, en el que reclamaban el derecho de los hombres a “importunar”. La jornada en Francia puso el acento en la discriminación laboral. El diario Libération publicó su edición en papel con dos versiones distintas, cada una con una portadas: una para mujeres, al precio habitual de 2 euros, y otra para los hombres, a 2,50 euros. La diferencia debía señalar la diferencia salarial entre mujeres y hombres y los efectos que tiene en el poder adquisitivo.
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