Por lo menos 40 personas han muerto y más de 80 resultaron heridas luego de un ataque suicida con explosivos en un centro cultural chiita en Kabul.
El grupo extremista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado al asegurar que el local objeto de su acción “recibe apoyo de Irán y se utiliza propagar creencias chiitas en la capital afgana”, de acuerdo con un comunicado difundido por la agencia Amaq.
De acuerdo con reportes preliminares, un sujeto se inmoló dentro del inmueble en el que decenas de personas se habían congregado para conmemorar la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979.
El portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish, señaló que previamente se había suscitado una explosión a las afueras del edificio y simultáneamente, hubo otra detonación en las inmediaciones la agencia de noticias proiraní Afghan Voice, por lo que en total fueron tres los incidentes que conformaron el ataque terrorista.
Por su parte, el presidente afgano, Ashraf Ghani, calificó los hechos como “un crimen contra la humanidad”.
“Los terroristas volvieron a atacar mezquitas, lugares santos y centros culturales. Sus crímenes son imperdonables”, señaló en un comunicado.
Este atentado convierte a Kabul en una de las ciudades más peligrosas del país y del mundo. El 31 de mayo, un camión bomba mató a 150 personas e hirió a alrededor de 400 y apenas el pasado lunes, se registró un ataque contra una célula de los servicios de inteligencia; ambos hechos fueron perpetrados por Estado Islámico, que recientemente ha cometido otros varios ataques en Afganistán, especialmente contra la minoría chiíta en la capital afgana.
(Con información de AFP y EFE)
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