No habían pasado ni cinco días de haber empatado al Ajax de Cruyff y al Bayern de Beckenbauer (con tres Champions consecutivas), inclusive de que se asomó al legendario Madrid de Di Stéfano (cinco orejonas seguidas), pero Zinedine Zidane sorprendió al mundo y anunció su decisión de abandonar el puesto de técnico del Madrid, tras dos años y medio y nueve títulos obtenidos.
Su decisión fue tan inesperada que dejó atónito a Florentino Pérez; el francés, que no quiso revelar el momento en el que optó por irse, le visitó ayer para anunciárselo. A su equipo técnico, igual de conmocionado que el dirigente, se lo reveló apenas una hora antes del anuncio público y ninguno daba crédito.
Su plantilla recibió un mensaje con la noticia, a excepción de Sergio Ramos, a quien llamó personalmente para explicarle las razones del cambio de técnico más inesperado y doloroso de la época reciente del Madrid.
“He tomado la decisión de no seguir el próximo año”, confirmó Zidane. “Es el momento para mí, para el club y para la plantilla. Sé que es raro, pero hay que hacerlo. El equipo tiene que seguir ganando y para eso necesita un cambio”, señaló con la serenidad que caracterizó como técnico madridista.
Argumentó que el motivo principal de su decisión ha sido el no verse con la capacidad de prolongar el periodo ganador del Madrid. “Soy ganador, no me gusta perder. Y si tengo la sensación de que no voy a ganar, hay que hacer un cambio. Como jugador, cuando vi que no estaba ganando, era yo el que decía: “me voy; si no veo claramente que vamos a seguir ganando, y no veo las cosas claras, como yo quiero, es mejor no seguir y no hacer tonterías”.
Habló de desgaste y la necesidad de un nuevo estratega para extender la época triunfal: “Después de tres años, la plantilla necesita otro discurso, otra metodología de trabajo y por eso tomé esta decisión. Quiero mucho a este club, pero hay que cambiar”.
Su idea la expuso una y otra vez Zidane, insistente en ser incapaz de mantener al equipo en la cima. “Hay que saber cuándo parar. Lo hago por el bien de este equipo. Conmigo hubiese sido complicado ganar el año que viene. Lo hemos visto, ha sido complicado este año en Liga, momentos que yo no olvido”.
“Si se trata de vivir otra temporada y que acabe mal, no quiero. Quiero que se acabe bien esta etapa en el Real Madrid”, ahondó el técnico, que desmintió que la planificación de la plantilla haya sido determinante en su marcha.
“El cargo de entrenador tiene esta parte, ya lo hemos vivido dos veranos, lo de los fichajes, lo que había que hacer con la plantilla. No es por eso la decisión. Si te gusta entrenar esto es una parte importante de tu cargo”.
También habló Zidane de momentos buenos y momentos malos. El mejor en el club, para él, el día que Florentino Pérez fue a buscarle en el año 2000. En los banquillos asegura que nada le llenó tanto como la Liga del curso pasado, ni siquiera el hecho de entrar en la historia con tres Champions consecutivas.
“Fue el máximo”, soltó entre carcajadas. Y nada le dejó tan tocado como la derrota y eliminación copera en el Santiago Bernabéu ante el Leganés. Quizás aquella noche de enero surgieron sus primeras dudas. “Hay momentos duros y momentos muy bonitos, acabamos con uno espectacular. Pero hay otros complicados y eso te hace reflexionar”, explicó.
Hace cinco días nadie podría haber imaginado que el hecho de consolidar un equipo de época propiciaría su adiós. Tampoco cuando en las celebraciones se mantuvo en un segundo plano, sin aparecer en escena, reacio incluso a coger el micrófono para dirigirse a la afición. En alguien tímido como él, el escaso protagonismo nunca fue sinónimo de alarma.
“Tengo un cariño especial a esta afición y les quiero dar las gracias otra vez por todo su apoyo. Puede que no entiendan la decisión y que muchos crean que la decisión no tiene sentido. Pero para mí sí, es momento de cambiar“, les dijo hoy un Zidane que aseguró que ahora no tiene en mente entrenar y que su adiós al club no es definitivo.
“Esto es un hasta luego”, apuntó. “El Madrid me lo ha dado todo y voy a estar cerca del club toda la vida. No tiene que ser un día triste. Claro que no es bonito y es complicado, pero es un hasta pronto. Mi relación no va a cambiar”. No es una despedida, esto es un hasta pronto. Pero si necesita un descanso también se lo merece”, consideró Florentino Pérez.
878 días y nueve títulos después, Zinedine Zidane consideró que era el momento de parar. Se marcha en lo más alto, a las puertas de la historia del fútbol con una hegemonía en Europa solo vista en otra época. Adiós al Madrid de Zidane.
(Con información de El País)
aml