La comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) Julieta del Río lanzó la voz de alerta para resguardar la información contenida en la Plataforma Nacional de Transparencia, por tratarse de un “bien de la nación”, pues su destino es incierto.
Mediante una columna publicada en Proceso y también en una conferencia ofrecida en Jalisco, la expresidenta del organismo dijo que lo más preocupante de la ya concretada extinción del organismo es el destino de la PNT y los millones de archivos que resguarda, sobre cuyo manejo la reforma constitucional aprobada la noche del miércoles no dice absolutamente nada.
La mayoría oficialista en la Cámara de Diputados aprobó ya la extinción de siete organismos autónomos, y la presidenta Claudia Sheinbaum incluso se permitió reír de quienes defienden a dichos organismos, llenos, según ella, de “corruptelas”.
Del Río escribió en Proceso que con la reforma “implícitamente desaparece también la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) como la conocemos hoy en día”. Ello, porque en el dictmen de extinción ni siquiera se menciona este gran instrumento, por lo que jurídicamente queda en la inexistencia.
Se recordará que Del Río desarrolló un esquema de reingeniería financiera para el INAI, con el objetivo de generar ahorros y evitar la desaparición del organismo, pero el oficialismo jamás quiso escucharla. También fueron en vano diversos foros de debate que se realizaron en meses pasados, puesto que la indicación era tajante.
Dijo la comisionada en su artículo que “la PNT ha sido un pilar fundamental para garantizar que los mexicanos podamos acceder a la información que de origen nos pertenece y que es indispensable para ejercer derechos sociales, prestacionales y patrimoniales. No es que el INAI haga las preguntas, sino que brinda respaldo a los ciudadanos que no reciben una respuesta y resuelve sus quejas. Solamente en el ámbito federal se encuentran en proceso más de 26 mil 600 solicitudes y 1 mil 184 recursos de revisión en trámite”.
La extinción del INAI y el destino incierto de la PNT significa, dijo “el desmantelamiento más profundo en materia de rendición de cuentas” que haya vivido el país.
Advirtió: “Sin la PNT se fragmentaría el acceso a la información en miles de ventanillas por cada sujeto obligado y sin un control centralizado, pero, sobre todo, autónomo. En mi experiencia la dispersión y la falta de uniformidad en los criterios de acceso y seguridad no hacen más que propiciar la opacidad y la corrupción”.
Afirmó que “la plataforma es un bien nacional y la mayor base de datos públicos que tenemos en el país”, que ha conseguido centralizar la transparencia de manera eficiente y con seguridad. Enfatizó: “nunca ha sido hackeada”, gracias a la gran inversión que se ha hecho en ciberseguridad.
Es gracias al INAI, añadió, que la PNT se mantiene actualizada, tanto en su infraestructura técnica como en su contenido. Si pasa a otras manos quedará rápidamente obsoleta, alertó.
En otro momento, durante un foro realizado en Jalisco, dijo que el control de la PNT no “puede ni debe pasar” al control del Poder Ejecutivo, porque gran parte de la información ahí contenida pertenece a otras instancias, como gobiernos estatales, sindicatos, universidades, partidos políticos y su privacidad debe resguardarse.
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