El presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que su gobierno ha logrado una “nueva nacionalización”, luego de que acordó pagar 6 mil millones de dólares a la eléctrica española Iberdrola a cambio de 13 plantas eléctricas.
Mientras medios financieros internacionales dan cuenta que Iberdrola se deshace de sus activos en varios países debido a que ha tenido una racha de pérdidas, el gobierno de AMLO presume que dicha compra corresponde a una “nueva nacionalización”, cuando lo cierto es que se trata de una transacción comercial común y corriente, pero de alto precio para las finanzas públicas.
Según informó Iberdrola, en el acuerdo suscrito con México, se incluirán plantas de ciclos combinados de gas, que operan en el país bajo el régimen de Productores Independientes de Energía y que han sido proveedores de la Comisión Federal de Electricidad durante muchos años.
Es decir, que la CFE era cliente de estas plantas, y con el trato, será propietaria. Según AMLO, se trata del “rescate definitivo de la Comisión Federal de Electricidad”.
Debido a que se trata de una compra y no de una expropiación, no se trata de una nacionalización como presumió el presidente este martes, luego de una reunión con ejecutivos de la transnacional.
En un comunicado, Iberdrola dejó en claro que se trata de una compraventa: “La transacción está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes, así como a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en este tipo de operaciones”.
La compra se realiza con fondos provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura.
Tan no es una nacionalización, que Iberdrola continuará realizando negocios en el país en diversas áreas relativas a las energías renovables.
Por la tarde, en un video difundido en sus redes, AMLO presumió haber consumado esta operación.
“Hoy el gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la CFE. Es una nueva nacionalización”, dijo.
Llama la atención que, luego de años en que ha acusado a Iberdrola de saquear al país y de ser una empresa de corruptos y ladrones, decida hacerles una compra multimillonaria. Según él, fue gracias a que el diálogo “lo puede todo”.
“Estamos sellando, consumando una operación muy importante, desde luego en beneficio del pueblo de México y agradecemos mucho a Iberdrola, a su director general, su presidente global por la voluntad de llegar a un acuerdo, hemos tenido algunas discrepancias, pero el diálogo lo puede todo”.
Iberdrola informó que “los activos que formarían parte de la transacción serían los ciclos combinados de gas Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California y Topolobampo II y III, junto con el parque eólico terrestre La Venta III (103 MW), que operan todos ellos bajo el régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad, y los ciclos combinados de gas privados Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek”.
Según el diario El Confidencial “la multinacional ha vendido el 49% de varios grandes proyectos renovables a lo largo del mundo para, según sus directivos, mantener el elevado ritmo de crecimiento”.
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