Ante la incapacidad de Claudia Sheinbaum y de Marcelo Ebrard para verificar información sobre un discurso de Donald Trump, así como por sus pronunciamientos patrioteros del sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador les respaldó y llamó a aclarar la “confusión”.
El pasado sábado el candidato presidencial republicano pronunció un discurso en Grand Rapids, Michigan, en el que volvió a relatar la presión arancelaria que ejerció sobre el gobierno mexicano para que este se sometiera a su política antiinmigrante, en el que su interlocutor fue Ebrard. Como ha presumido en varias ocasiones (y hasta de peores formas), Trump dijo: “Nos dieron todo. Gané: conseguí todo de México”.
Casi posteriormente se lanzó contra Joe Biden: “Entonces, esta persona estúpida, con un IQ bajo, una persona con un IQ bajo (te garantizo que es el IQ más bajo, de 50 o 60), y está negociando contra Putin; presidente Xi, de China; Macron, de Francia”.
Entonces circuló en redes una versión recortada del video en la que se hacía parecer que lo del IQ era para Ebrard, versión que inmediatamente creyeron muchos cretinos (por ejemplo, Epigmenio Ibarra, quien atribuyó esa trampa a la derecha, pero que él creyó a pie juntillas para desplegar su pueril propaganda nacionalista y gobiernista).
Quienes también creyeron en esa versión fueron Sheinbaum y Ebrard, que se envolvieron en un lábaro tricolor retórico y se lanzaron al vacío político al declarar su indignación por el dicho de Trump, que no era sobre el excanciller sino sobre Biden (hasta donde se sabe, el líder de la asociación civil El Camino de México, una suerte de corriente de Morena, no está negociando nada con Putin ni con Macron). Los dos políticos morenistas claramente personalizaron el asunto, pero no hicieron ninguna aclaración ni desmentido sobre el relato de Trump acerca de cómo el gobierno de López Obrador se convirtió en parte de la política antiinmigrante del empresario estadounidense.
A ese asunto el tabasqueño se refirió este lunes en su conferencia de prensa, y dijo que se debe aclarar la confusión generada por lo afirmado por Trump (a quien antes se ha referido como “amigo” y “hombre fuerte y visionario”) y las respuestas de Sheinbaum y Ebrard.
El mandatario le extendió su constancia verbal de autoridad moral y política a Sheinbaum, y dijo estar de acuerdo “con lo que externó”. Y añadió: “Y, desde luego, le tengo pues mucha admiración como servidor público a Marcelo Ebrard, y si hubo una confusión, que se aclare”.
Enseguida, agregó que “nosotros los mexicanos, con Claudia Sheinbaum, vamos a insistir en que se mantenga una política de buena vecindad con Estados Unidos porque nos conviene no sólo a los gobiernos, sino fundamentalmente nos conviene a los pueblos, a nuestros pueblos, a los estadounidenses y a los mexicanos”.
Y concluyó: “No confrontación; sí diálogo, sí cooperación, sí acuerdos y respeto a nuestras soberanías”.
Apenas el sábado el macuspano se había referido de la siguiente manera a Trump en plena campaña por la Presidencia de Estados Unidos: “Es un hombre fuerte, de carácter, pero también visionario, y primero decía que no quería el tratado, que quería cerrar la economía de Estados Unidos, y se fue convenciendo porque es, ya lo dije, es un hombre con visión”.
Un día antes, López Obrador se refirió a Trump como “mi amigo”, a quien enviaría una carta sobre la situación de los migrantes.
Este lunes, en su conferencia de prensa, Sheinbaum refirió la carta que López Obrador está escribiendo para Trump, y también dijo que “hay que tener respeto por quien decida el pueblo de Estados Unidos, y siempre defendiendo a México, no permitiendo que se utilice a México como el elemento central de la campaña”.
Pero ni el tabasqueño ni Sheinbaum ni Ebrard negaron lo importante: la forma en que Trump obligó al gobierno mexicano a obedecer su política antiinmigrante.