En el año 2016, el diario La Jornada, dirigido por la comadre de AMLO, Carmen Lira, se quejaba amargamente de la “crisis financiera” que vivía su medio y advertía que eso la llevaría a tener que recortar salarios y despedir trabajadores. Pero eso se acabó, pues el presidente rescató a una empresa privada usando dinero público. Neoliberalismo puro y duro.
Aunque hay dudas sobre esta supuesta crisis, pues al medio no le iba nada mal con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Etcétera documentó que en 2014 el diario “de izquierda” cobró más de 30 millones de pesos por hacer cobertura favorable al gobierno del priista.
Como ejemplo, en 2017, en etcétera contabilizamos que durante el año anterior el diario había publicado, tan sólo en la portada y contraportada y contraportada 527 elementos de propaganda del gobierno de Peña Nieto, entre notas, frases, fotos y comentarios editoriales. Fue el medio impreso donde más se anunció el gobierno de Peña, y aun así se quejaban de carencias económicas, lo que trabajadores sindicalizados acusaron que era un pretexto para quitarles prestaciones.
Pero en este 2024 La Jornada ya no tiene pretexto alguno, pues es inocultable que vive una hermosa prosperidad financiada con dinero público. Con dinero del pueblo, para usar las palabras del presidente, quien ha declarado abiertamente la gratitud que siente por Carmen Lira, su querida comadre.
Es obvio que La Jornada no tiene ni de lejos la penetración que tuvo en su época de oro, pero eso no importa. De 2019 a 2024, La Jornada se ha metido mil millones de pesos, monto tan sólo por debajo de las dos grandes televisoras, como si su capacidad mediática se equiparara a Televisa o a TvAzteca.
En redes sociales no hace ni la menor mella. Su canal de YouTube apenas llega a los 200 mil suscriptores. En cambio, Latinus tiene un millón 630 mil suscriptores y sus publicaciones en redes sociales hacen tendencia al menos una vez a la semana. Ya sabemos que Latinus no recibe publicidad oficial y a pesar de ello, el presidente insiste que se le financia con “dinero del pueblo” y por eso exhibe los salarios de sus periodistas.
El “periodismo” de La Jornada se dedica por completo a dar eco a cada declaración de AMLO, de Claudia Sheinbaum, de los miembros del gobierno federal actual y futuro. Todas las acciones, palabras y consideraciones de la 4T son replicadas con un tono de grandilocuencia, bajo la luz más favorable y con la clara intención de presentar al presidente como un estadista, un humanista, un genio político y de repente, un iluminado.
También es frecuente protagonista de sus páginas Zoé Robledo, director del IMSS, la dependencia que más gasta en publicidad de toda la administración (ella solita se chuta del 25 al 28% de TODO el presupuesto federal para publicidad).
La Jornada ya no se ha vuelto a quejar de problemas financieros, gracias que López Obrador llegó al rescate. ¿Por qué no dejó que la empresa quebrara? ¿Por qué, si hay tanto dinero público invertido, no exhibe el salario de la directora Carmen Lira y sus colaboradores?