Más de cinco años después del sismo que derrumbó el Colegio Enrique Rébsamen, autoridades federales y capitalinas ofrecieron una disculpa y un memorial por los 19 niños y siete adultos fallecidos entonces. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que están detenidos responsables de los permisos para obras y funcionamientos de esa escuela, pero no asumió ninguna responsabilidad.
El 19 de septiembre de 2017, debido al sismo ocurrió el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la colonia Nueva Oriental Coapa, en la entonces delegación Tlalpan, que entonces encabezaba Claudia Sheinbaum. Poco más de un mes después, un primer peritaje realizado por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México estableció que el colapso del edificio escolar se había debido a castillos débiles y al sobrepeso de la estructura.
Dos años después, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), todavía bajo la presidencia de Luis Raúl González Pérez y no de Rosario Piedra, determinó que hubo una afectación a los derechos humanos de las víctimas del colapso del plantel educativo, el que atribuyó a “la negligencia de las autoridades, falta de supervisión, acciones y omisiones relacionadas con la seguridad estructural”.
Entonces la CNDH emitió una recomendación dirigida a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, al titular de la Secretaría de Educación Pública y a la demarcación territorial Tlalpan a que repararan el daño, ofrecer una disculpa pública a las víctimas y a sus familiares, y realizar un memorial con el nombre de las personas fallecidas en el Colegio Rébsamen.
Más de tres años después las autoridades ofrecieron la disculpa pública por el caso, así como el memorial, en respuesta a la recomendación de la CNDH.
Más de tres años después de la recomendación de la CNDH las autoridades ofrecieron la disculpa y el memorial. Llamaba la atención la participación de Sheinbaum, jefa delegacional de Tlalpan cuando ocurrió el sismo y el colapso del Rébsamen, y ahora jefa de Gobierno, a quien muchos atribuyen también responsabilidad en el derrumbe del colegio.
La última intervención en el acto de este jueves fue la de Sheinbaum, quien, como en el más reciente caso del Metro, evadió asumir cualquier responsabilidad en la desgracia y repartió las culpas entre las autoridades que le antecedieron en la Delegación Tlalpan.
Para iniciar, la política morenista dijo que estaba en ese acto por una recomendación de la CNDH, pero que, más allá de ello, “por convicción y siempre con el corazón por delante, con el compromiso de seguir trabajando, siempre, por la seguridad de las escuelas”.
Recordó que el 19 de septiembre de 2017, siendo jefa delegacional de Tlalpan “me dirigí al colegio a apoyar las labores de rescate. Fue la primera vez que conocí el dolor de muchos de ustedes”, y que estuvo apoyando durante varios días.
Empezó a deslindarse del asunto: así, dijo que investigaciones mostraron que en 2008 ya existía el cuarto piso del colegio, “una construcción que contravenía lo establecido en el uso de suelo, un nivel adicional al máximo de tres niveles permitidos”.
También recordó que en 2010 las autoridades delegacionales detectaron la irregularidad en el Rébsamen y que en agosto de aquel año emitieron una resolución que determinaba la clausura del inmueble y la demolición de 90 metros cuadrados del cuarto piso. Esto no ocurrió.
Mencionó que en 2012, la propietaria del inmueble presentó un aviso de obra para continuar con la construcción del cuarto piso, pero fue declarado improcedente por la Dirección General de Obras y Servicios Urbanos de la entonces delegación Tlalpan. Incluso se llevó a cabo una visita de verificación el 12 de diciembre de 2013, por la que el 31 de enero de 2014 se ordenó su clausura por no contar con manifestación de construcción y también se procedió a multar.
Pero a finales de 2014 fueron retirados los sellos de clausura y el colegio siguió operando.
Recordó que tres personas que avalaron la obra y la seguridad del inmueble, Juan Mario Velarde, Francisco Arturo Pérez Rodríguez y Juan Apolinar Torales, se encuentran detenidos.
Así, para septiembre de 2017, antes de los sismos, el colegio contaba con los permisos y autorizaciones necesarias para su operación por las autoridades responsables, y por la directora y propietaria del inmueble.
Por todo lo anterior, refirió Sheinbaum, el 28 de septiembre de 2017, siendo jefa delegacional, presentó denuncia penal y puso todos los documentos del caso a disposición de la entonces Procuraduría.
Y remató al mencionar su compromiso con los deudos, porque “siempre voy a estar del lado de las víctimas y de la justicia”.
Pero no asumió ninguna responsabilidad por la caída del Rébsamen.
