En plenas fiestas patrias, Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón Hinojosa se sumaron a la disputa por la historia mexicana al atacar criticar la pretensión “descolonizadora” de los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum.
El martes pasado, Fernández de Cevallos, veterano político panista que fue candidato a la presidencia de la República postulado por el partido blanquiazul en 1994, llamó “falseamiento” a la pretensión “descolonizadora” del gobierno capitalino, e hizo una propuesta de cambios y sustituciones a antiguos monumentos, en las que incluyó desde un antiguo dios mexica hasta al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fernández de Cevallos escribió en su cuenta de Twitter: “Si se trata de falsear la Historia y juguetear con monumentos, propongo que le corten la cabeza al Ángel de la Independencia y le suelden la de Huitzilopochtli, que a la Diana le sustituyan la suya por la de Tartufo y que las ‘mañaneras’ sean en Teotihuacán”.
(Cabe recordar que Fernández de Cevallos ha denominado “Tartufo” a López Obrador).
Y es que, como se recuerda, Claudia Sheinbaum ha emprendido una labor presuntamente “descolonizadora” de la historia para reivindicar la resistencia indígena (la de hace 500 años, por supuesto). En su tarea revisionista la jefa de Gobierno de la Ciudad de México decidió cambiar el nombre de una vialidad, antes llamada “Puente de Alvarado”, por “México-Tenochtitlan”, misma suerte que corrió la estación de la Línea 4 del Metrobús.
Además, a la estación Zócalo del Sistema de Transporte Colectivo Metro le añadió el título de “Tenochtitlan”.
https://twitter.com/FelipeCalderon/status/1438180140090023943
Asimismo, en julio pasado también la llamada Plaza de la Noche Triste, donde se encuentra un árbol en el que presuntamente Hernán Cortés lloró por la derrota más contundente que le impusieron los mexicas, fue rebautizada por Sheinbaum como “Plaza de la Noche Victoriosa”.
En esa ocasión, Beatriz Gutiérrez Müller, consejera presidenta de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, afirmó lo siguiente: “Los mexicanos pelearon como los más fuertes guerreros. A pesar de la victoria, el laurel se lo llevaron fuera del continente. Con este sencillo cambio de nombre se hace un acto de justicia para los pobladores. México fue, es y seguirá siendo grande”.
Posteriormente, después de haber retirado (de una forma que varios han tildado de ilegal) la estatua de Cristóbal Colón del Paseo de la Reforma, Sheinbaum anunció que sería sustituida por una cabeza de una mujer olmeca con nombre en náhuatl, “Tlalli”, a cargo del escultor Pedro Reyes.
Sin embargo, ante la inconformidad, apenas este martes la funcionaria capitalina dio marcha atrás a dicha figura y dejó, por razones legales, la decisión del asunto en el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos.
En ese marco Calderón Hinojosa reivindicó el mestizaje y sus raíces indígenas, además de recordar los orígenes españoles de López Obrador, y atacó de manera frontal la narrativa “descolonizadora”, de la que dijo que expresa hasta problemas mentales.
El expresidente tuiteó este miércoles al mediodía: “Mi bisabuela era una indígena purépecha, el abuelo del Presidente era español cantábrico. Los mexicanos tenemos orgullosamente raíces indígenas y españolas indisolubles. Pretender arrancarnos una vertiente es antinacional ‘Descolonizar’ solo refleja complejos y problemas mentales”.