En su furia contra las clases medias mexicanas que no votaron por Morena el 6 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue más lejos que nunca. Este jueves no se limitó a criticar sus afanes de progreso económico y académico, sino que aseguró que este sector social es afín a los autoritarismos como el de Hitler y el de Pinochet y que ha apoyado asesinatos, como el de Madero.
Lo que no dijo el presidente es que fue justamente el voto de la clase media el que lo llevó al poder en 2018. Pero como en los comicios del 6 de junio pasado una gran parte de este sector le negó su apoyó, ahora no perdona.
En su conferencia de prensa de este 24 de junio, AMLO continuó con el tema que lo ha obsesionado por tres semanas: la clase media “manipulada” por la oligarquía como culpable de la derrota electoral del morenismo en la capital del país.
Para él, la clase media “manipulada” es la que no vota por Morena y también, afirmó, fue la que llevó al poder a dictadores como Adolfo Hitler, en Alemania, y a Augusto Pinochet, en Chile. No sólo eso: ese tipo de personas fueron cómplices del asesinato de Francisco I. Madero por parte de Victoriano Huerta.
“Una clase media manipulada fue la que permitió el fascismo de Hitler. Chile, el golpe de Estado contra el presidente Allende, fue respaldado por la clase media. La clase media de Chile no informada apoyó a Pinochet”.
Agregó: “La clase media, ya lo dijimos, manipulada, no informada, respaldó a Huerta en el asesinato al presidente Madero. Llegaron a decir a miembros de esa clase media conservadora que Madero era un traidor a su clase”.
Además, hay que recordar que en su imaginario personal, AMLO se siente sucesor moral de Madero, ya que éste encabezó la tercera transformación de México y él, supuestamente, encabeza la cuarta.
AMLO ha dicho en decenas de ocasiones que él es el presidente más atacado por la prensa desde Madero, ha hablado con emoción de su asesinato a manos de Victoriano Huerta y ahora, en esta narrativa, introduce un nuevo elemento: la complicidad de la clase media.
Pero no se detuvo ahí: AMLO se burló de que la clase media sea eso, media. Dijo que muchos se sienten fifís, pero para eso se necesita tener mucho dinero. “Se requieren más de 500 millones de dólares de fortuna”, para fifí, se burló y muchos clasemedieros se sienten ofendidos por pertenecer a ese sector, ya que quisieran ser ricos.
En su afán por seguir atacando a la clase media, pero al mismo tiempo, no enemistarse del todo con ella, AMLO ha dicho que hay dos grupos dentro de la misma: la informada y la manipulada. La manipulada, por supuesto, es aquella que se cree lo que de su gobierno dicen los medios de comunicación “conservadores”, que están comprados por los “señores del dinero”.
Hay que recordar que en unos pocos días AMLO ha criticado el afán de progreso de la clase media, el que busquen tener grados académicos, el que quieran salir adelante, el que quieran tener bienes materiales y que les guste el dinero.
La víspera dijo que el dinero es el papá y la mamá del diablo y señaló que los crímenes que se cometen por la ambición al dinero son peores que los que comete la delincuencia organizada.
Pero, curiosamente, en la misma conferencia donde satanizó el dinero, alabó al empresario Carlos Slim, el hombre más rico de México y uno de los más ricos del mundo, debido a que él “sí entiende” que al presidente no se le ningunea ni se le trata como empleado, sino que se respeta su autoridad.
Con ello quedó totalmente claro que a AMLO, más que la riqueza, lo que le molesta de las clases medias o altas es que no se sometan a él.
*ofv