La Unesco condenó los asesinatos de los periodistas Héctor González Antonio y Alicia Díaz González y manifestó su esperanza en que las autoridades investiguen lo sucedido y lleven ante la justicia a los responsables. Confío en que las autoridades investiguen estos crímenes y enjuicien a sus autores.
Es algo esencial para la defensa del derecho humano fundamental a la libertad de expresión y para la preservación del derecho del público mexicano a estar informado”, indicó en una nota la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay.
El cadáver de Héctor González Antonio, corresponsal de Grupo Imagen, fue encontrado en las calles de Ciudad Victoria el 29 de mayo. Había sido golpeado hasta la muerte. El 24 de mayo, Alicia Díaz González, reportera del diario El Financiero, fue encontrada muerta en su casa de Monterrey, donde había sido golpeada y apuñalada.
La Unesco recordó que vela por la seguridad de los profesionales de los medios mediante campañas de sensibilización, programas de formación y a través del plan de acción de Naciones Unidas sobre seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad.
Luego de 18 años de haber salido de su tierra natal, Héctor González Antonio regresó al estado de México, pero ahora para su descanso eterno, en su última morada. Después de más de 20 horas de camino, acompañado por familiares y amigos más cercanos, el cuerpo de González Antonio arribó hasta el panteón Jardín Guadalupano en el municipio mexiquense de Ecatepec.
El féretro del periodista de 40 años de edad permaneció en una agencia funeraria en la capital del país, donde colegas y seres queridos se despidieron por última vez del periodista asesinado en Tamaulipas. Durante el sepelio, su madre, Reyna Antonio no pudo contener su dolor y lamentó el crimen contra su hijo, quien laboraba como corresponsal del periódico Excélsior y Grupo Imagen, además de ser el director del portal Todo Noticias.
El lunes 20 de mayo, González Antonio salió de la casa de su pareja hacia su domicilio, durante la noche, pero nunca llegó. Su cuerpo fue encontrado la mañana siguiente en una zona rural de Ciudad Victoria, con visibles huellas de violencia. Con este crimen, ya son seis los comunicadores asesinados en nuestro país en lo que va de 2018.
Colegas y organismos internacionales han llamado a las autoridades correspondientes para conducir una investigación pronta y expedita del asesinato, que los resultados sean presentados en un plazo razonable, y se adopten medidas estructurales que puedan generar cambios en las condiciones de trabajo de los periodistas mexicanos.
aml