En su afán por evitar que Marcelo Ebrard salga de Morena y con ello se lleve a sus legisladores de las bancadas guindas, el presidente López Obrador se enredó en explicaciones y se le escapó confesar que él personalmente armó el reglamento para el proceso interno.
“En mi reglamento, en mi propuesta, establecí renuncia y eso fue un planteamiento de él”, dijo. Se cumplieron “todas, todas” las condiciones que pidió Marcelo, explicó.
De esta manera quedó de manifiesto que era mentira que el proceso había sido elaborado por el Consejo Nacional de Morena y que AMLO, según su propio dicho, nunca metió las manos.
En su conferencia de este viernes, mientras Ebrard sigue sacudiendo a la cúpula morenista con declaraciones ambivalentes que han hecho que AMLO, Mario Delgado y Sheinbaum le rueguen que se quede, AMLO dijo que Marcelo es su amigo y su hermano.
“Escuché a Marcelo que estaba inconforme por dos cosas. Una, porque no se estaba pidiendo la renuncia de los que iban a participar, de manera especial, la renuncia de Claudia, como jefa de Gobierno, porque pensaba que esto le daba más ventaja y Claudia pues no quería dejar inconclusos sus compromisos, sus obras; entonces, se pensaba que podía estar más tiempo, pero en mi reglamento, en mi propuesta, establecí renuncia y eso fue un planteamiento de él”.
En mi reglamento, en mi propuesta, establecí renuncia…
A propósito o no, el caso es que AMLO describió a cabalidad el acuerdo cupular que negociaron entre él y las corcholatas para el proceso interno.
Añadió que Marcelo fue quien pidió que la pregunta más importante se hiciera en urnas.
Se recordará que en varias ocasiones los líderes morenistas y las propias corcholatas alegaron que el proceso y sus condiciones fueron decididas por el Consejo Nacional y que ellos “acatarían” lo que se decidiera.
Ahora, la verborragia de AMLO exhibe que fue un acuerdo cerrado, como se rumoraba desde la famosa cena del 5 de junio a la que acudieron los aspirantes y los gobernadores morenistas, incluyendo a Delfina Gómez.
Dijo que no quiere “cuestionar ni atacar a nadie, más cuando se trata de una gente como Marcelo, es mi amigo”.
Quiero “decirle que, como lo expresó Claudia Sheinbaum: están las puertas abiertas, pero al mismo tiempo, también que tome sus decisiones”.
Siguió con los elogios: “Es una gente buena, en sentido amplio, es un hombre muy preparado, una persona muy preparada, tiene mucha experiencia política y es mi amigo, así lo considero, y también, como todos, somos libres”.
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