El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) denunció que en el predio donde se construirá una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, fueron desmanteladas al menos 300 hectáreas de selva y manglares.
En un recurso de queja que se presentó ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA), el presidente de la organización ambientalista, Gustavo Alanís Ortega, indicó que el proyecto anunciado como prioritario por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no cuenta con la manifestación de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo.
En el documento se implica a Petróleos Mexicanos, a la compañía SCCA y a quien resulte responsable de violar los ordenamientos que regulan la protección al medio ambiente y la preservación del equilibrio ecológico, reporta Reforma.
La CEMDA consideró una burla que se realice una consulta sobre esta obra, a pesar de que ya se iniciaron los trabajos con las irregularidades ya mencionadas, ante la omisión de las autoridades correspondientes.
“Lo primero que tienen que hacer es el estudio de impacto ambiental, someterlo a revisión, que corra la consulta y la reunión pública, y luego que la autoridad determine lo conducente, pero aquí estamos empezando al revés”, expresó Alanís Ortega.
Demandó a la Profepa y la ASEA la instrumentación de medidas urgentes a fin de evitar que continúe avanzando el desmonte de vegetación y la construcción de la nueva refinería continúen afectando los ecosistemas y recursos naturales de la región.
Concluyó que si la refinería continúa a pesar de las anomalías, se sentará un mal precedente para que las otros proyectos similares se lleven a cabo aun cuando no se ajusten a la normatividad ambiental vigente.
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