La denuncia sobre la infodemia, hecha desde el gobierno, no es otra cosa que un intento presionar a los medios, inhibir la crítica y la libertad de expresión, acción que ya no está dirigida solamente en contra de periodistas y medios de comunicación tradicionales y digitales, sino que ahora también se busca ejercer este control en las redes sociales y sus usuarios, señaló Marco Levario Turcott, director del portal Etcétera.
En entrevista con Leonardo Curzio para Radio Fórmula, explicó que la difusión de información falsa es algo que siempre ha existido, pero el problema es que el gobierno y sus voceros, quieren imponer la idea de que todos aquellos datos que se contrapongan con las cifras oficiales o que toda opinión distinta es falsa o tiene una intención aviesa y eso no es así. Con esta narrativa, todo aquel que disienta se convierte en automático en un adversario. El despropósito es tal, que las benditas redes sociales ahora ya fueron maldecidas, principalmente Twiter y Facebook.
Levario Turcott expuso que ante la emergencia del coronavirus se requiere información precisa y clara y las autoridades han sido ineficaces para ofrecerla y comunicarla porque están más preocupadas por la propaganda, y en este contexto se inscribe la aparición de reportajes en cuatro diferentes medios internacionales, que exhiben esas ausencias de una información suficiente y transparente sobre el comportamiento de esta epidemia.
Si por un lado se anuncia que estamos por entrar al punto más alto de la pandemia y por otro, se habla de un aplanamiento de la curva, el periodismo tiene que buscar esa realidad que los datos oficiales no reflejan. Pero el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, en vez de abonar a esa transparencia que se requiere, reacciona conforme a la pauta marcada desde Palacio Nacional y habla de “extrañas sincronías”, complots e intentos desestabilizadores.
En esta misma línea, se echan andar campañas con las hordas digitales que suelen salir en defensa de gobierno y que desde muy temprana hora, aun antes de que salieran a la luz todos los reportajes, ya habían posicionado el hashtag #PrensaProstuituida, convirtiendo así ahora a la prensa extranjera en un adversario más del gobierno mexicano.
Señaló que si bien el recurso de la victimización le ha funcionado históricamente a López Obrador y a quienes lo respaldan, cada vez se va desgastando más ante el empeño de evadir siempre el dato preciso y el argumento sustentado. Y es ahí, donde el periodismo siempre se hará presente para buscar esa información contundente que no se puede o no se quiere dar, aun con las descalificaciones diarias del presidente de la república y sus seguidores, concluyó.
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