La militarización del país va viento en popa: la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador para que la Guardia Nacional se integre en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y se amplíen las facultades de las fuerzas castrenses en otras áreas.
Tras más de siete horas de intensa discusión, en la que aparecieron duros intercambios, pancartas y hasta una enorme manta, el oficialismo alcanzó la mayoría calificada, con 362 votos a favor y 131 en contra, para aprobar en lo general la iniciativa presidencial, que implica cambios en 12 artículos constitucionales.
Los cambios avalados por la mayoría parlamentaria constituida por el partido oficial, Morena, y sus aliados, los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México, son a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución.
El dictamen aprobado, además del paso de la Guardia Nacional a la Sedena, también establece que el Congreso de la Unión debe expedir las leyes para regular la intervención de la Fuerzas Armadas en materia de seguridad tanto pública como interior, para lo cual contará con 180 días, además de que ratificara a los mandos de aquel cuerpo que haga el Presidente, especialmente a su titular.
En la discusión, los diputados opositores Laura Ballestero Mancilla, de Movimiento Ciudadano; Héctor Saúl Téllez, del PAN y Samuel Palma, del PRI, presentaron mociones suspensivas para intentar detener la discusión y la votación del dictamen indicando violaciones a la convencionalidad debido a que se incurre en violaciones a tratados internacionales, además de que el documento fuera devuelto a las comisiones de la nueva Legislatura porque no intervinieron en su discusión y aprobación. Sin embargo, la mayoría oficialista las rechazó.
Aún faltan por discutir las más de 400 reservas que presentaron tanto los legisladores oficialistas como opositores. Una vez que sean aprobadas (lo que se espera que ocurra en la madrugada del viernes) serán enviadas al Senado de la República.