Luciano Pascoe, director de Estrategia Editorial de Grupo Salinas, advirtió a comunicadores y a “personajes de redes sociales” que quien “se lleva se aguanta”, por lo que deberán enfrentar las consecuencias por los delitos cometidos por una campaña de desprestigio contra Banco Azteca desplegada desde al año pasado.
En el marco de las acciones jurídicas que Grupo Salinas ha promovido en Estados Unidos debido a la campaña que en contra de sus empresas, especialmente Banco Azteca, desataron comunicadores oficialistas desde los últimos meses del año pasado, así como de las quejas que han provocado (incluso Claudia Sheinbaum fue cuestionada al respecto este miércoles en su conferencia de prensa), Pascoe lanzó su advertencia contra quienes se niegan a afrontar las consecuencias legales de sus acciones bajo la argucia de la “libertad de expresión”.
Pascoe se refirió a esos comunicadores que ahora están muy preocupados alegando su “libertad de expresión”: “Veo a muchos personajes de redes sociales angustiados porque Grupo Salinas está tomando acciones legales severas contra los constructores, promotores y generadores de una campaña de desprestigio contra una institución financiera lo cual es un delito: terrorismo financiero. Deliberadamente afectando los cimientos económicos del PAÍS. No de una empresa. Del PAÍS”.
También mencionó los motivos de esas personas para desatar la campaña de desinformación: “Todo por que tienen diferencias políticas con su dueño. El que se lleva se aguanta. Y los delitos se castigan. Delitos. No opiniones. Delitos”.
Cuestionado en una de las respuestas a su tuit sobre la razón de que la demanda de Grupo Salinas está radicada en Estados Unidos, Pascoe contestó que es “porque en México no jala la legislación”.
En su tuit Pascoe se refirió a un comunicado de Grupo Salinas del 17 de enero de este año, firmado por él, en el que denunció “una campaña dolosa” que difundía mentiras y de manipulación en plataformas digitales para afectar a Banco Azteca y al sistema financiero mexicano, en lo que considera “actos de terrorismo financiero”.
“Estos actos son tan graves que constituyen diversos delitos con base en el Código Penal Federal; la pretensión de generar miedo y zozobra podría generar climas adversos a la economía nacional y poner en riesgo el futuro y la prosperidad de millones de familias y empresas nacionales; por ello no pueden quedar impunes”, afirmó, tajante, Grupo Salinas.
También en ese documento se advirtió que ese corporativo presentaría demandas contra los autores intelectuales y materiales de la campaña de desprestigio “con recursos inexplicables”.
El mensaje de este miércoles de Pascoe fue retuiteado por Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, quien también se dirigió a quienes perpetraron la campaña de desprestigio: “No sean tan delicaditos, recuerden que conmigo: ‘El que se lleva se aguanta y el que se sube, se pasea, así que ahora, sin llorar’…”.
Las quejas de varios comunicadores por la demanda de Grupo Salinas llegó hasta la rueda de prensa de Claudia Sheinbaum. Un reportero se refirió a una demanda de Salinas Pliego a los dueños de plataformas digitales para que den a conocer datos personales de quienes en ella hacen su labor periodística, y le preguntó sobre “este movimiento que quiere hacer para acallar las voces”.
Sheinbaum dijo que primero hay que averiguar para contar con la información de la denuncia que “presentó esta persona”, para “vertir” (sic) una opinión al respecto. Sin embargo, dijo que, en caso de ser cierto, habría que preguntarle “por qué no lo hace en México, por qué lo hace en Estados Unidos”, y señaló que, además, eso “sería una violación a la Ley de Datos Personales” y también a la libertad de expresión.
Agregó de que sea cierto, “pues es una violación completa a lo que se dice defender, que es la libertad de expresión. Entonces, por un lado dices que defiendes la libertad de expresión, y por el otro lado pides los datos personales”.
Nada de eso ha reclamado Sheinbaum cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho públicos datos personales de periodistas.