Muchos de los comunicadores y políticos del movimiento obradorista que en anteriores gobiernos fueron sonoros denunciantes de crímenes de las autoridades, especialmente del Ejército, han hecho mutis en el caso de los jóvenes asesinados por soldados la madrugada del domingo pasado en Nuevo Laredo. Aquí un breve catálogo de ellos y sus preocupaciones, entre las que no apareció ese crimen.
Epigmenio Ibarra incluyó el asunto en su obsesión contra Felipe Calderón. Así, en la semana ha vuelto a hacer sus pases de lista y a mencionar diversos crímenes, como los ocurridos en Tlatlaya, Nochixtlán, Ostula, Calera, Allende, Villas de Salvárcar, la Guardería ABC, Atenco y hasta uno ocurrido en Nuevo Laredo en 2018. Pero lo ocurrido en Tamaulipas no estuvo entre sus temas principales.
Sobre el caso de Tamaulipas en 2018, Ibarra tuiteó esta semana en su lista de remembranzas de crímenes: “Nuevo Laredo 2018 ‘Murieron 4 infractores de la ley’, dijo la Marina ocultando que se trataba de una familia de dos niñas y sus padres. Luego cambió la versión: ‘Murieron en fuego cruzado’. Los familiares acusaron: ‘Les dispararon desde un helicóptero’. #JuicioAExPresidentesYa”.
Sin embargo, no tuvo un tuit siquiera un poco similar, por ejemplo, que hiciera alguna mención al “estruendo” que llevó a los soldados a balacear a los jóvenes, según afirmó la Secretaría de la Defensa Nacional.
Nada de eso refirió pero, eso sí, el miércoles Ibarra dedicó por enésima vez su colaboración en video para Milenio a condenar la guerra de Calderón y García Luna, a denunciar su relación con Estados Unidos y su necesidad de legitimidad, así como el narco Estado de entonces, según él. La misma ruta siguió su intervención en el programa de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, quien le sugirió hablar de hoy, pero de lo ocurrido en 2023 para Ibarra el culpable prácticamente único es… Calderón.
“Esto que está ocurriendo hoy, insisto: la guerra declarada es los efectos de la guerra, es lo que estamos viviendo” (sic). Así, Calderón es el culpable de los crímenes de los militares a más de 10 años del término de su gobierno.
Al respecto, hay que mencionar que, al unísono con López Obrador, Epigmenio, antes crítico de la militarización, cambió de opinión sobre el Ejército de manera muy oportunista, y sobre lo ocurrido en Nuevo Laredo se ha guardado cualquier recriminación de su propia cosecha.
Tuvo que pasar un día para que, otra vez como mero eco de los dichos de López Obrador, Ibarra reprodujera lo declarado por éste en su conferencia: “Contundente mensaje de AMLO al Ejército: ‘No se debe de permitir la ejecución de nadie. Ya no estamos en el tiempo de ‘mátalos en caliente’ o ‘remátalos’”. Mera repetición.
Nuevo Laredo
2018
“Murieron 4 infractores de la ley”, dijo la Marina ocultando que se trataba de una familia de dos niñas y sus padres. Luego cambió la versión: “Murieron en fuego cruzado”. Los familiares acusaron: "Les dispararon desde un helicóptero”.#JuicioAExPresidentesYa pic.twitter.com/eyVRKqwmoC— epigmenio ibarra (@epigmenioibarra) March 3, 2023
Otrora crítico de la militarización pero que con el gobierno de López Obrador ha defendido que el Ejército intervenga en actividades de seguridad pública, John Ackerman es un obradorista que ha ido recorriendo poco a poco el camino de la defenestración del movimiento. Al locutor, que antes se escandalizaba por los abusos contra los derechos humanos, tampoco le importó el caso de Nuevo Laredo, y más bien se ha dedicado a seguir atacando al líder de su partido, Mario Delgado, y a promover un libro suyo sobre el neoliberalismo.
Del partido de Ackerman tenemos a la secretaria general, Citlalli Hernández, también antaño férrea opositora de la militarización, lo que quedó en el pasado. Esta semana la también senadora siguió difundiendo el resultado del juicio a García Luna, muy activa en la ofensiva gubernamental tanto contra Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como contra el INE. Pero no ha comentado nada acerca del crimen de los militares en Tamaulipas: la violencia militar no está entre sus preocupaciones.
Fabrizio Mejía, quien en septiembre de 2022 hizo un video en el que presentó un “hombre de paja” para intentar atajar las críticas a la militarización de la seguridad pública y que, recientemente, para Canal 6 de Julio desarrolló las consabidas teorías conspiranoicas contra la derecha, en su cuenta de Twitter también ha andado metido en la guerra contra el INE y la ministra Piña, al tiempo que ha guardado un enorme silencio sobre los jóvenes asesinados por soldados en Nuevo Laredo.
Otro de los propagandistas más recalcitrantes de López Obrador, Jorge Gómez Naredo, de Polemón y Regeneración, defensor de la militarización llevada a cabo por el actual gobierno, no ha mencionado en Twitter nada de lo ocurrido en Tamaulipas. Entre las grandes preocupaciones que ha mostrado en la semana no están los crímenes ni los derechos humanos, sino el capital de Tesla, la inversión extranjera y la campaña contra el INE, y hasta se preocupó por denunciar que Javier Lozano cometía “violencia animal” por hablar del organismo electoral mientras acariciaba a su perro. Pero de los crímenes militares Gómez Naredo no ha mencionado absolutamente nada, muy ocupado en destacar el dinero de Elon Musk y las inversiones extranjeras. Son sus prioridades.
https://twitter.com/jgnaredo/status/1631007061881376781
