El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, mediante una empresa de su propiedad operada con prestanombres, vendió un software espía a la Procuraduría General de la República durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Una investigación del diario El País informa que, de acuerdo a documentación obtenida recientemente, García Luna hizo negocios con la PGR entonces dirigida por Jesús Murillo Karam.
El negocio consistió en que una empresa vinculada a García Luna vendió un software espía y luego, otra empresa también vinculada a García Luna se hizo proveedora de servicios de mantenimiento a dicho equipo.
Ambos contratos se le entregaron mediante adjudicación directa y ganó con ellos más de cinco millones de pesos.
Según el diario, se trata del equipo de vigilancia telefónica NiceTrack, vendido por la empresa israelí NICE Systems, que pertenecía a la familia Weinberg, testaferros de García Luna, muy al inicio del sexenio de Peña Nieto.
Asimismo, la PGR contrató a la empresa Nunvav Inc., de la que García Luna era beneficiario final, para dar mantenimiento a los aparatos de espionaje.
Los documentos que comprueban estas transacciones estuvieron reservados por años por motivos de “seguridad nacional”.
El contrato tiene el folio PGR/AD/CN/SERV/159/2013, y en él se lee que el proveedor “se obliga ante la Procuraduría a mantener la más absoluta confidencialidad, y a no divulgar o revelar a persona física o moral de forma parcial o total, la información derivada del presente contrato”.
“NICE Systems Ltd era titular de la patente tecnológica del sistema NiceTrack Location Tracking BE Solution, nombre del equipo de espionaje”, dice el reportaje.
En tanto, explica que “Nunvav era una compañía creada en Panamá en octubre de 2005 y es la principal señalada por la red de corrupción gubernamental atribuida a García Luna por la UIF”.
Esta empresa también estaba vinculada con los Weinberg y su representante legal en México era Rosalba Tapia Alvarado, quien firmó ambos contratos.
El diario refiere que la vinculación de García Luna con estas empresas ya había sido dada a conocer por la R3D en Defensa de los Derechos Digitales, al ganar a la PGR un litigio de acceso a la información.
Señala también que la relación entre García Luna y los Weinberg se documentó desde los tiempos en que el “superpolicía” era parte del CISEN.
Mauricio Samuel Weinberg López vendía equipos de tecnología israelí a gobiernos latinoamericanos. Legalmente es el dueño de Nunvav, junto con su hijo, Jonathan Weinberg. Ambos nombres aparecen como parte de la demanda que la UIF de AMLO presentó en Miami, acusando a la empresa para desviar fondos de México al extranjero.
García Luna habitó en casas propiedad de los Weinberg cuando se mudó a Estados Unidos y lo apoyaron en el trámite para obtener la ciudadanía en aquel país.
“En la demanda de la UIF en Florida, los familiares (Weinberg) aparecen una y otra vez como dueños, directores de empresas o testaferros en el esquema de más de 40 empresas que la red de García Luna utilizó para comprar coches de alta gama, propiedades millonarias y triangular recursos desde México hacia Barbados, Israel y Estados Unidos”.
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