El gobierno de Perú respondió al pronunciamiento de cuatro países, entre ellos México, sobre su situación política, en la que les solicitó que respeten las decisiones de los poderes del Estado peruano para mantener la institucionalidad democrática y el Estado de derecho. Mientras tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en “pausa” la relación con ese país.
El pasado lunes los gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia y México dieron a conocer un pronunciamiento en el que manifestaban su preocupación por la defenestración y detención de Pedro Castillo, a quien llamaron aún “presidente de Perú”, quien, dijeron “fue víctima de un antidemocrático hostigamiento” y de un tratamiento judicial violatorios de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Sin mencionar el intento de disolución del Congreso por Castillo, esos gobiernos llamaron a dar prioridad a “la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas” y no revertirla, así como a respetar los derechos humanos “del presidente Pedro Castillo”.
En respuesta a esos gobiernos, el ministerio de Relaciones Exteriores de Perú solicitó “que se respeten las decisiones que vienen adoptando los poderes del Estado para resguardar la institucionalidad democrática y el estado de derecho en el Perú”.
El gobierno peruano detalló las acciones de Castillo que omitieron mencionar los cuatro países que llamaron a respetar la “voluntad ciudadana” y les aclaró que se trató de un golpe de Estado: “Las decisiones contrarias al orden constitucional y democrático que adoptó el ex presidente Pedro Castillo Terrones el pasado 7 de diciembre, su decisión de disolver el Congreso de la República e intervenir el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y la Junta Nacional de Justicia, entre otras medidas, constituyen un golpe de Estado. Generaron, por esa razón, la decisión del Congreso de la República de declarar su vacancia en el marco del más estricto respeto a la Constitución Política del Perú, con el voto multipartidario de 101 congresistas, el voto contrario de sólo 6 de ellos y 10 abstenciones”.
Asimismo, recordó que la presidenta Dina Boluarte ya presentó un proyecto de ley para adelantar las elecciones generales a abril de 2024.
También contestó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reconoció “la actuación inmediata de las instituciones del Perú en defensa de la democracia para evitar la concreción del quiebre institucional”.
Finalmente, el ministerio de Relaciones Exteriores de Perú manifestó su compromiso con el respeto a los derechos humanos, “incluyendo los del expresidente Castillo”, así como en el resguardo de la institucionalidad democrática y el Estado de derecho.
Este martes el presidente López Obrador presentó el documento de los cuatro países en su conferencia de prensa, pero omitió hacer cualquier mención a la respuesta de la cancillería peruana.
López Obrador dijo que se exhortó a respetar el voto de los ciudadanos (como si de eso se tratara el problema) y los derechos humanos. Negó que se trate de injerencismo, aunque acusó que la “cúpula política y los intereses económicos, los medios de información” eran los culpables de la situación.
Sobre el reconocimiento al nuevo gobierno peruano, dijo que eso “no existe en la diplomacia mexicana” porque es contrario “a nuestros principios de política exterior”. Sin embargo, dijo que para México Castillo sigue siendo presidente y que la relación con Perú “está en pausa, en espera de lo que suceda”.