El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador minimizó que la reforma educativa no haya alcanzado la mayoría calificada para ser aprobada en el Senado y confió en que una vez que se reponga el proceso legislativo, ésta pueda concretarse en un periodo extraordinario.
Si bien señaló que en una democracia los legisladores son libres de votar como quieran, cuestionó que los miembros de un partido conservador hayan votado en bloque en contra del proyecto y también subrayó la ausencia de dos o tres senadores a la hora de la votación; desde si su perspectiva, será difícil que quienes dieron su voto en contra cambien de opinión, no lo descartó por completo, ya que los “milagros” existen y se dijo seguro de que la reforma saldrá.
“Es muy difícil que cambien de opinión los del bloque conservador, pero no descartarlo porque hay milagros, se puede dar el caso que ellos cambien y que los que faltaron, uno, dos, tres, pues que participen, que vayan, y entonces se puede aprobar la nueva reforma”, apuntó.
López Obrador insistió en que cumplirá su compromiso de cancelar la mal llamada reforma educativa, por lo que, en tanto se lleva a cabo la reposición del procedimiento legislativo para que el nuevo proyecto se apruebe, está vigente el memorándum que firmó el 16 de abril. Según dijo, aunque sus adversarios hayan alegado que era ilegal, no ha sido impugnado jurídicamente lo cual significa que no había fundamento para hacerlo. La oposición a este documento, apuntó, fue pura propaganda.
“En tanto, se cancela la mal llamada reforma educativa y se aprueba la nueva Reforma Educativa, pues está vigente con sus características específicas el memorándum, porque dijeron que era ilegal, que era inconstitucional, pero no han presentado ninguna denuncia, porque no hay fundamento. Todo fue la propaganda, que desde luego también es válida. A nuestros adversarios no les gusta lo que hacemos, a los del partido conservador y a sus voceros, entonces critican, pero tienen todo su derecho de hacerlo”, indicó.
A decir del titular del Ejecutivo, la anterior reforma educativa sí era ilegítima porque fue impuesta desde el extranjero al igual que las otras llamadas reformas estructurales. Advirtió que ya se acabaron los tiempos en que la agenda era dictada desde afuera y por lo tanto, las decisiones sobre la educación y todos los demás temas se tomarán solo en México. La nueva reforma educativa, va, les guste o no a sus adversarios, apuntó.
“Está el memorándum que reafirma, les guste o no les guste a los conservadores, el compromiso inalterable de cancelar la mal llamada reforma educativa, que fue una imposición que se llevó a cabo desde el extranjero. Ya nada más por ese simple hecho no tiene legitimidad…. Ya la agenda es nuestra y se apega a las necesidades de los mexicanos, no a los intereses de quienes nos veían como país de conquista y se dedicaron a saquearnos. Eso se acaba”, sentenció.
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