El desabasto de medicamentos oncológicos originó que se realizaran compras de al menos uno de ellos sin que contara con el registro sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), señala una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Se trata del metotrexato, que fue importado en septiembre pasado de Francia y que, pese a no tener la autorización para ser administrado, fue distribuido a los centros públicos de salud del país.
Según informa el reporte de Galia Garcia Palafox para MCCI, aún no aparecen en la página de Cofepris los registros sanitarios del metotexato de Laboratorios Mylan, ni el de otro medicamento oncológico, vincristina, de Pfizer.
La explicación a la anterior situación la ha dado Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud: el medicamento ha sido aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y con el que se cuenta gracias a que México recurrió a un convenio internacional “con países de más altos estándares de regulación reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Para el funcionario, el medicamento recibido no es de dudosa calidad porque tiene registro de otros países. Además, añadió que Cofepris realiza una inspección sanitaria.
Sin embargo, el reporte aclara que ni Cofepris ni Laboratorios Mylan respondieron a la solicitud de MCCI para obtener la información correspondiente a registros e inspecciones del medicamento adquirido y distribuido por las autoridades de salud.
El reporte también aclara que aunque el medicamento haya sido aprobado por la Federal Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y de la EMA en cuanto a su compuesto químico, eso no garantiza que se hayan seguido los procedimientos de elaboración y transportación.
También se destaca la desregulación que ha provocado el desabasto de medicamento, lo que ha conducido a que, por ejemplo, este año se publicara en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo de la Secretaría de Salud para importar medicamentos aunque no cuenten con los permisos sanitarios de Cofepris. Esto, señalaron especialistas, implica que no se verifique adecuadamente la calidad y seguridad de los productos adquiridos.
Además, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica denunció que la afectación causada por ese acuerdo es muy grave porque pone en riesgo la salud de los mexicanos y es un daño a la industria local porque a las empresas establecidas en México se les exigen condiciones estrictas, mientras que con el acuerdo se abre la puerta para que entre cualquier tipo de producto sin la calidad ni controles requeridos.
Los padres de niños con cáncer han solicitado hacer pruebas de los medicamentos, a lo que la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, les respondió el pasado 4 de febrero: “Vienen con certificaciones óptimas, mejores que las de México. Dicen ‘queremos ver la calidad’, pueden verla. Pero son mejores que las de México: son de Suiza, Francia, Estados Unidos”.
Sin embargo, médicos han señalado que no se trata únicamente de la producción, sino también de la cadena de suministro porque muchas veces se requieren condiciones especiales para su traslado, por ejemplo.
Pero incluso sin registro de la Cofepris, los medicamentos fueron hechos llegar a institutos y hospitales de tercer nivel, con el riesgo que ello implica.
Según testimonios de médicos de instituciones de salud, el medicamento se aplicó a los paciente aun sin los permisos y el registro de Cofepris porque se requerían urgentemente.
Así ha ocurrido también con el medicamento vincristina, del que en enero pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que había autorizado 60 millones de pesos para su compra. Ante la urgencia de la demanda, la adquisición fue hecha a Pfizer por adjudicación directa y sin registro de la Cofepris.
La investigación de MCCI concluye con el señalamiento de que a pesar de las compras de emergencia, los reportes de desabasto de medicamentos para atender el cáncer continúan.
Cabe recordar también que el 23 de enero pasado López Gatell dijo que “desde la mitad del año pasado el gobierno se abasteció de medicamentos oncológicos desde la crisis del metrotrexato, pero no se les comunicó a las familias de los niños que ya se había solucionado el problema”.
Asimismo, en un comunicado del 24 de enero la Secretaría de Salud afirmó que cuenta con una reserva de medicamentos oncológicos para responder a las necesidades de los pacientes.
Sin embargo, el 18 de febrero, tras una reunión con representantes de las secretarías de Salud y de Gobernación, los padres de niños con cáncer siguieron denunciando el desabasto, a lo que los funcionarios dijeron que los medicamentos ya estaban en Cofepris, pero evadieron la solicitud de realizar una visita de verificación.