Margarita Ríos Farjat, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), desmintió al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los ingresos de los ministros, y manifestó que declinará su derecho a una pensión si se le exige renunciar este año para seguir trabajando hasta el próximo, como señala la reforma judicial.
El pasado jueves, en su conferencia de prensa, en una tarascada más contra la SCJN, preguntó lo que, según, deberían preguntar a los ministros: “¿Es cierto que usted, de todas sus prestaciones, llega a recibir 700 mil pesos mensuales? ¿Y por qué, si la Constitución establece de que nadie debe de ganar más que el presidente, por qué usted gana cuatro veces más que el presidente?”.
Y añadió: “¿Han escuchado ustedes esa pregunta cuando van… cuando va la señora Piña, cuando va la señora Margarita Ríos Farjat? ¿Les preguntan eso? O que expliquen cuál es el fundamento para ellos de no someterse a lo que establece la Constitución”.
Un día después, Ríos Farjat publicó un video en el que dio una extensa y fundamentada respuesta jurídica al tabasqueño, en la que evidenció la enésima mentira del mandatario así como su enorme ignorancia.
Así, la ministra le aclaró al macuspano que “la remuneración mensual por concepto de sueldos y salarios de ministros y ministras de la Suprema Corte no es de 700 mil pesos; de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024, a cargo de la Cámara de Diputados y publicado en el Diario Oficial de la Federación, el monto neto mensual asciende a casi 207 mil pesos. Hay medio millón de pesos entre lo que se dice y lo que verdaderamente es en el concepto, y no es ilegal: es parte de la cuenta pública”.
Además de ahondar en el tema y poner énfasis en la reforma a los sueldos de los servidores públicos realizada en 2009, la ministra también se refirió a la actual iniciativa de reforma judicial propuesta por López Obrador, y, sin mencionarlo, no dejó de enunciar lo que de revancha personal tiene esa propuesta.
“Aunque el ingreso salarial de la Corte es mucho menor que en años pasados, la reforma judicial que se discute parece que consigna un añejo enojo a partir de estos años pasados, como si esto fuera a solucionar los grandes problemas nacionales de la actualidad”, dijo la ministra.
Lo anterior lo ejemplificó con el caso de los propios ministros en activo: según la reforma, para que puedan conservar su derecho al haber de retiro deberán presentar su renuncia este año, pero que se hará efectiva hasta 2025. De no hacerlo así, perderán ese derecho.
Sobre la razón de ello, dijo: “Pues supongo que para dar tránsito a toda una reforma judicial en la que, presumiblemente, no se está de acuerdo, pero quedarse hasta la siguiente judicatura; por eso se toma por efectiva la renuncia hasta después, el año entrante. Es decir, se pretende que sigamos trabajando luego de presentar nuestras renuncias”.
Entonces expresó que prefiere declinar a ese derecho antes que aceptar esa humillación: “Es un extraño deseo, oscuro para las instituciones de la República; en lo personal, prefiero renunciar a una pensión a la que tendría derecho, antes que aceptar una situación que no deje espacio a la dignidad personal”.
Y sobre la cuestión de los ingresos de los ministros y de trabajadores de menores rangos, explicó que por las cuestiones técnicas que implica, “se me hace exigirle demasiado a toda la población opinar sobre todas y cada una estas. Creo que para esto pudieran hacer pues uso de su voto, de su democracia, ya que eligieron representantes y están en el seno del Poder Legislativo”.
Ante el problema de los ingresos de los ministros, dijo que una mala solución podría generar una crisis innecesaria que “puede evitarse con un diálogo ecuánime y donde nos escuchemos los unos a los otros”.