El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, señaló que la reconciliación a que convocó durante su discurso de toma de protesta, no quiere decir ponerse de acuerdo “con los de siempre”, sino que tiene que ver con unir a la sociedad en favor del bienestar de los poblanos, especialmente de los que menos tienen. Según dijo, “la cuarta transformación” llegó a Puebla y eso no puede ocurrir si se deja en la impunidad a los dañaron al estado no sólo en lo económico, sino en lo político y lo social.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, aseguró que le heredaron una deuda de 40 mil millones de pesos, y muchos de los problemas que hoy se padecen en la entidad, se debe a que los gobernantes anteriores vieron el ejercicio del poder como un negocio para beneficiarse. Según el nuevo mandatario, esto se agudizó a partir de la administración del priista Mario Marín, actualmente prófugo. Señaló que las auditorías e investigaciones que realicen, se llevarán a cabo conforme a la ley y tampoco se caerá en “cacería de brujas” ni persecuciones políticas.
Cuestionado en torno a la investigación sobre el desplome del helicóptero donde murieron la exgobernadora Martha Érika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, Barbosa Huerta aseguró que este asunto ya no es una preocupación para la gente en Puebla, sino una preocupación política para un sector muy específico. No obstante, dijo ser el más interesado en que se esclarezca el caso. Aseveró que la Fiscalía local mandó a reserva la información que tiene sobre este caso y no le corresponde a él intervenir en ello, dada la autonomía de la instancia y en todo caso, el gobierno federal resolverá lo conducente.
El mandatario poblano anotó que a partir de ahora comenzará una nueva era en Puebla, donde se gobernará para todos y adelantó que habrá una “reingeniería” del gobierno y del presupuesto, para reorientarlo a donde verdaderamente se requiere.
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