De acuerdo con el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, el llamado Plan B en materia electoral que fue aprobado la víspera por los diputados, será cuidadosamente revisado y analizado en el Senado, por lo que descartó su aprobación fast-track en la Cámara alta.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, aseguró que no se dispensarán trámites y se respetará en todo momento el proceso legislativo para la discusión de la propuesta del Ejecutivo, con la que se busca reformar más de 400 artículos de cuatro leyes.
Monreal Ávila consideró que se trata de una reforma muy fuerte a los órganos electorales, que amerita un trabajo de deliberación profundo y exhaustivo de la minuta respectiva, que pase por escuchar diferentes puntos de vista; precisó que él en lo personal tiene varias dudas y reservas que en su momento expondrá.
El senador morenista rechazó adelantar plazos para la aprobación de la reforma en el Senado, y aunque reconoció que puede haber presiones para que salga con rapidez, insistió en que debe haber un estudio minucioso de lo que se quiere modificar cuidando todo el protocolo legislativo, es decir, turnar el proyecto a comisiones para una discusión de fondo y posteriormente hacer lo mismo en el pleno.
Adelantó que sostendrá reuniones con los presidentes de las comisiones legislativas encargadas de la revisión de la minuta, así como con la bancada de su partido y los coordinadores parlamentarios de las otras fuerzas políticas, para hacerles ver la conveniencia de que la reforma sea analizada de una forma racional y responsable.
Respecto a una hipotética labor de cabildeo entre los senadores por parte del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, Monreal afirmó que este funcionario siempre ha sido respetuoso, y al menos en el Senado, nunca ha impuesto nada, por lo que confió en que esta circunstancia no cambie.
Luego de que fuera rechazada en la Cámara de Diputados la reforma constitucional en materia electoral, la madrugada de este miércoles, con la ausencia de la oposición, Morena y sus aliados aprobaron en fast-track el llamado Plan B, que modifica cuatro leyes secundarias con las que se pretende reducir drásticamente el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como compactar sus estructuras, eliminar el Servicio Profesional Electoral, entre otras disposiciones.
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