“No necesitamos de ningún Fonden” para atender a damnificados por desastres naturales, declaró la titular de Protección Civil, Laura Velázquez, al tiempo que la Secretaría de Hacienda asignó, en el Presupuesto 2022 más de 9 mil millones de pesos a dicho fondo.
Este jueves, tras las muertes y daños materiales provocadas por las inundaciones en Tula, Hidalgo, Velázquez Alzúa hizo eco de la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que el gobierno federal no necesita del Fonden para atender a personas afectadas por desastres naturales.
Sin embargo, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2022, en las páginas 78 y 85 se asigna al Fondo de Desastres Naturales la cantidad de 9 mil 054 millones 884 mil 831 pesos para el año 2022. El presupuesto está etiquetado dentro del Ramo 23, el de previsiones salariales y económicas.
Es decir, tras la extinción como fideicomiso del Fonden (aprobada en octubre de 2020 por el Congreso de la Unión) el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sigue asignando presupuesto a una partida que conserva el mismo nombre, a pesar de que desde que comenzó la temporada de huracanes, AMLO ha declarado en al menos cuatro ocasiones que el Fonden era un “hoyo de corrupción” y un mecanismo para robar.
“Estamos comprometidos, no necesitamos de ningún Fonden, no necesitamos de ningún fideicomiso. Tenemos la convicción y el compromiso, somos gente íntegra que está comprometida a salvar vidas y vamos a hacer todo lo que corresponde para ello”, dijo la titular de PC este jueves.
La partida presupuestal Fonden para el 2022 está adscrita al ramo 23, que se usa para asignar presupuesto para el pago de salarios dentro del gobierno, para desastres naturales y apoyo a los estados. Este ramo se usa también para dar uso a ingresos excedentes.
Durante la conferencia de prensa de este jueves, la funcionaria ensalzó las acciones que el gobierno federal realizó para atender a los damnificados por el huracán Grace, que afectó Puebla, Hidalgo y Veracruz. Sin embargo, reportes de medios de comunicación efectuados durante las semanas previas informan que los afectados aseguran no haber recibido apoyo suficiente por parte del gobierno.
Y, ante lo ocurrido a principio de semana en Tula, fue cuestionada por la prensa en torno a la extinción del Fonden en su modalidad de fideicomiso, medida que fue aprobada por el Congreso de la Unión en octubre de 2020. Se recordará que se votó a favor de extinguir 109 fideicomisos, lo que puso en manos del presidente López Obrador todos los recursos que éstos contenían.
La enorme diferencia entre usar recursos mediante fideicomisos y usarlos sin ellos, es que los fideicomisos establecen reglas de operación. Lo que hizo el gobierno, en síntesis, fue quitar los ‘candados’ a paquetes de recursos protegidos con ciertas finalidades (como deporte, ciencia, cultura y atención a desastres naturales) para poder hacer uso discrecional de los mismos. Es decir, mover el dinero al arbitrio del presidente.
El dinero de los fideicomisos extintos en 2020 superó los 168 mil millones de pesos y esta cantidad fue trasladada directamente a la Tesorería de la Federación, controlada por la Secretaría de Hacienda.
En lo relativo a los desastres naturales, esto significa que el gobierno podría negarse a dar recursos para este propósito, ya que no hay ningún instrumento jurídico que lo obligue.
Por ese motivo, el presidente ha tratado de voltear a su favor la narrativa, al afirmar que aunque no haya un fideicomiso que lo obligue, con la voluntad de su gobierno basta.
Este miércoles, por ejemplo, AMLO dijo que en sexenios pasados el Fonden se usaba para robar recursos, ya que existía “un grupo de proveedores cercanos a la Secretaría de Gobernación entonces, esos proveedores vendían sin licitación despensas, catres, cobijas, palas carretillas, todo, todo, a precios elevadísimos. Se gastaban muchísimo dinero. El Fonden era un barril sin fondo en cada emergencia, se robaban mil, 2 mil 3 mil, 5 mil millones de pesos”.
Para el presidente es esencial que los recursos no estén controlados por fideicomisos, ya que requiere de todo el margen de operación posible para alimentar sus programas sociales de corte electoral y sus proyectos estrella.
Desde su óptica, basta con que llegado el momento su gobierno esté dispuesto a soltar el dinero para hacer frente a desastres naturales. Aun si fuera cierto que la voluntad política existe y el gobierno federal tiene la aptitud de coordinar la entrega de recursos necesarios en cualquier momento que se requiera, la desaparición del Fonden va más allá del sólo hecho de que se entreguen apoyos.
De acuerdo con la periodista financiera Maricarmen Cortés, desaparecer el Fonden lanzó una pésima señal a nivel internacional.
En una columna publicada el 9 de octubre de 2020 en Dinero en Imagen, la experta dijo que el gobierno de AMLO firmó con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, del Banco Mundial, una serie de contratos para recibir recursos.
Los contratos establecen que los recursos se deben depositar en el Fonden, el cual, al Banco Mundial “le garantizaba no sólo que al ser un fideicomiso tiene o tenía reglas muy claras de operación sobre el uso de los recursos, supervisión y auditoría iniciando con las declaratorias de emergencia y de desastre y una fuente garantizada de fondeo en el presupuesto”.
“Sin el Fonden no se podrá garantizar al BIRF el uso transparente de los recursos y estamos hablando de bonos que vencen en 2024. Y habrá que ver la reacción de Swiss Reinsurance, la reaseguradora que participa en estos bonos.
“Es una lástima que no se midan las consecuencias de desaparecer al Fonden, considerado como ejemplar a nivel internacional desde su creación en 1996, y que se ponga en riesgo el programa de bonos catastróficos en un país como México, altamente vulnerable a desastres naturales”, escribió.
Cabe preguntarse si en efecto el gobierno de AMLO desapareció el Fonden o solo presumió de hacerlo como medida contra la corrupción. La pregunta surge tras lo que se asienta en el Presupuesto de Egresos 2022.
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