Javier Martín Reyes, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, respondió al presidente Andrés Manuel López Obrador que se meten en la discusión de sus iniciativas porque es tarea de los académicos coadyuvar a resolver los problemas nacionales y que sería impensable que no dijeran nada de su paquete de propuestas. De las descalificaciones del tabasqueño, dijo que a este no le interesan los argumentos ni tampoco siquiera leer los documentos.
Apenas el pasado lunes, en su conferencia de prensa y para defender su iniciativa de reforma al Poder Judicial, el tabasqueño volvió a su típica agresión contra la UNAM y regresó a su discurso de que “se derechizó”. Por supuesto, se refirió al libro Análisis técnico de las 20 iniciativas de reformas constitucionales y legales presentadas por el presidente de la República (febrero 5, 2024), coordinado por Sergio López-Ayllón, José de Jesús Orozco, Pedro Salazar Ugarte y Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en el que unos 40 especialistas revisan el paquete de iniciativas presentadas por el tabasqueño.
Como acostumbra, el tabasqueño habló con pleno desconocimiento y lo presumió: “Ahora, ayer, antier estaba yo leyendo; salen los de la UNAM, claro, con línea seguramente de los directivos, a dar su opinión como expertos sobre las 20 reformas que estamos proponiendo. Pues ya ni vi nada, ¿no? Ya sé, son predecibles. Pero yo les diría: ¿qué se tienen que meter? Sí, claro, ahí es donde debe darse el debate, el análisis sobre la realidad para transformarla. Todas las universidades tienen ese papel, pero inviten, sí, escuchen a todos, no nada más los expertos, pues ya lo sabemos cómo opinan los expertos”.
Uno de los autores del libro de marras, Javier Martín Reyes, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, respondió, en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, al cuestionamiento de López Obrador de por qué se meten: “Porque ese es nuestro trabajo; es decir, nosotros somos investigadores de un instituto que forma parte de la UNAM. La UNAM es una institución pública que está comprometida a coadyuvar a resolver los grandes problemas nacionales. Nosotros estamos en un instituto que se dedica a analizar los fenómenos jurídicos, y hubiera sido impensable lo contrario; es decir, que frente al paquete más importante de reformas constitucionales que se ha presentado desde 1994 a la fecha, no dijéramos nada”.
Martín Reyes dijo que no es ninguna casualidad que hayan acudido a la convocatoria hecha por cuatro destacados colegas para realizar un análisis académico y crítico de las propuestas, “como siempre lo hemos hecho con todos los gobiernos a lo largo de la historia”.
“Entonces, ¿por qué lo hacemos? Porque es nuestro trabajo. Al presidente claramente ya sabemos que no le gusta la crítica de ningún tipo, incluyendo la académica”, afirmó el jurista.
El propio lunes, tras la descalificación de López Obrador y una declaración de Claudia Sheinbaum al respecto, la UNAM publicó un comunicado en el que aclaró que el libro mencionado no representa un posicionamiento de la institución “ni el sentir de su comunidad” y que los textos reflejan “exclusivamente la opinión de los autores” y que convocaría a foros académicos.
Sobre ese pronunciamiento de la UNAM, Reyes opinó que “cualquier persona que haya tenido contacto con el ámbito académico sabe que si un libro se publica y hay cuatro personas que lo coordinaron, y además hay 41 personas que con nombre y apellido firmamos los capítulos, sabe que claramente es la posición individual de nosotros”.
Añadió que el peso del libro es sólo el de los argumentos, y continuó: “Ha sido muy lamentable que algunos (el presidente López Obrador y algunas otras personas) han salido a criticar un documento de 600 páginas sin tomarse siquiera la molestia de leerlo y de analizarlo”.
El investigador universitario también aclaró que en sus notas muchos medios de comunicación mencionaron que el libro, para simplificar, se trataba de la posición de la UNAM o de su Instituto de Investigaciones Jurídicas, lo que “quien conozca el trabajo académico, sabe que no es así. Si hay un posicionamiento de la universidad, se firma por parte de la universidad; si fuera un posicionamiento, que no lo es y que es rarísimo del instituto, se firmaría como tal. Ese no fue el caso”.
Comentó que los términos del comunicado de la UNAM se pueden discutir, pero que lo importante es que sus investigadores “estamos cumpliendo con nuestra misión. Es un documento público que cualquier persona que se meta en la página de Jurídicas lo puede consultar”. Así, el libro ya había sido descargado en 70 mil ocasiones, lo que habla de su importancia y su trascendencia.
Agregó que “las universidades tienen que ser la casa de los críticos, la casa de los analistas, pero no tienen que hacer directamente la crítica porque la UNAM y las instituciones públicas tienen que ser plurales y diversas, como los análisis que están contenidos en el estudio”. Mencionó que en el volumen se exponen puntos de vista distintos, y resaltó, como ejemplo, la participación en el libro de Jaime Cárdenas, quien incluso fue funcionario del gobierno de López Obrador.
Enfatizó en otro aspecto en la entrevista con Uresti: “Creo que sí va a haber una reforma judicial. Hay que estar pendientes con qué pasa con el tema de sobrerrepresentación en Cámara de Diputados, hay que ver cómo queda conformada; hay que ver cómo se comporta la oposición y también el oficialismo. Estos son cambios importantísimos, y si se aprueban así tal cual creo que serían una bomba nuclear. Yo espero que haya modificaciones significativas, porque si no, aguas con lo que se nos viene”.
Por el contrario, en una entrevista anterior con Carlos Loret de Mola, Martín Reyes tendió a minimizar el papel del tabasqueño: “A estas alturas del partido, más descalificaciones del presidente López Obrador pues creo que hay que tomarlas de quien vienen: una persona a la que no le interesan los argumentos, que no está dispuesto a leer los documentos. Al presidente lo que le gusta es que lo aplaudan; no le gusta ningún tipo de crítica ni de la academia ni de la sociedad civil ni de los colectivos feministas”.
En su colaboración en el libro mencionado, Martín Reyes se refiere de la siguiente forma a la iniciativa del tabasqueño sobre el Poder Judicial: “Se trata de una reforma profundamente regresiva, que más allá de la retórica del presidente López Obrador —especialmente, el supuesto intento por poner fin a las ‘reformas neoliberales’—, simple y sencillamente busca el desmantelamiento y la captura de los poderes judiciales, comenzando por la Suprema Corte”.