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Padres de Ayotzinapa: AMLO busca lavarle la cara al Ejército con búsqueda en batallón de Iguala

Los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 repudiaron la búsqueda que el gobierno federal realiza en la sede del 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, a la que calificaron como “acción distractora que tiene el afán de lavarle la cara al ejército mexicano”, la que fue decidida sólo por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El miércoles fue publicitada la “jornada de búsqueda” de los estudiantes desaparecidos en las instalaciones militares mencionadas que ha realizado Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, con un par de padres de familia y hasta personal de la Comisión Nacional de Búsqueda del Caso Ayotzinapa. Según se informó, al día siguiente participarían otros progenitores y este viernes algunos más.

Felipe de la Cruz, quien fue vocero de los padres, afirmó que esa jornada es “parte de la voluntad y del compromiso del presidente, porque fue idea de él y como defiende al Ejército, y nosotros decimos que sí participó, y como de una y otra forma tiene responsabilidades, no ha permitido que se investigue de fondo en el batallón,  hoy dijo: ‘Bueno, para que se disipen dudas, que se busque dentro del cuartel, y pues adelante, si hay responsables, si hay evidencias, pues se tienen que hacer las cosas como se tienen que hacer’”.

La jornada termina este viernes y sus resultados serán dados a conocer el 27 de agosto, según la información oficial.

Sobre esa acción gubernamental se pronunciaron los padres y madres de familia de los estudiantes desaparecidos, y en una carta rechazaron tajantemente dicha búsqueda, de la que expresaron que se trata de “una acción distractora que tiene el afán de lavar la cara al ejército mexicano frente a los señalamientos de su responsabilidad en la desaparición de nuestros hijos”.

Aclararon que esa jornada “fue decidida de manera unilateral por el presidente en la reunión que sostuvimos en días recientes”, pero que esa medida no fue consultada ni consensada con ellos, y denunciaron que “no se les permitió hablar para manifestar su oposición a tal diligencia”.

También señalaron que una búsqueda de ese tipo ya se había hecho en 2019 sin resultados, por lo que repetirla no tiene sentido, sino que sólo “es una acción desesperada del gobierno para limpiar la imagen de un ejército que tenía vínculos el grupo delictivo Guerreros Unidos y que la noche del 26 de septiembre del 2014 se colocó del lado de los perpetradores”.

Finalmente, señalaron que la participación de “un grupo minoritario de familiares” ratifica la intención del gobierno de dividir a los padres y utilizarlos para legitimar sus acciones, lo que, afirmaron, son “prácticas añejas de gobiernos autoritarios del pasado que ahora se reeditan”.

Por otra parte, también vinculado con el caso de los estudiantes desaparecidos, en días pasados Alejandro Encinas Rodríguez, quien fue presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (cargo que abandonó, con escasos resultados, para integrarse en las campañas electorales de Claudia Sheinbaum y Clara Brugada), reveló que el 25 de julio se presentó como testigo en una audiencia solicitada por los militares imputados por vínculos con lo ocurrido en 2014.

En un artículo publicado en El Universal, Encinas Rodríguez dijo que lo ocurrido “sienta un precedente lamentable respecto a la participación de elementos de las fuerzas armadas en procesos que involucran a una autoridad civil, y en particular en casos vinculados a violaciones graves a los derechos humanos”.

Este viernes López Obrador comentó el asunto en su conferencia de prensa: cuestionado sobre si la comparecencia de Encinas Rodríguez era “una revancha desde las áreas militares”, rechazó esa versión y defendió al Ejército, como lo ha hecho repetidamente en su gobierno.

Así, el tabasqueño justificó el llamado al exsubsecretario de Gobernación porque dijo que “fue testigo y, además, todos tenemos que contribuir y hablar con la verdad, y no hay ningún problema. No debe de haber fueros para nadie, menos en estos casos, y hablar sobre lo que se hizo porque, si se cometieron errores, también hay que decirlo.

Y minimizó la denuncia del exfuncionario federal: “Pero no pasa nada, nada, absolutamente, y ojalá y todos, todos, todos, participen”.

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